Aznar anda suelto
El Universo, , 27-06-2007Leí este grafiti en un muro de Madrid a comienzos de este año. La ironía se refería al ex presidente del Gobierno español, José María Aznar, dedicado en su desocupación, a recorrer el Tercer Mundo con diatribas contra todos los gobiernos que abandonan el rebaño neoliberal, y con exclamaciones de alabanza al libre mercado y las inversiones internacionales.
Y es que en medio de la globalización, nos han surgido unos inquisidores que recorren nuestros países, con el único currículo de su paso por algunos gobiernos, como si aquello los convirtiera en autoridades indiscutibles. Son tan oportunos en sus giras, que hacen coincidir sus discursos con las coyunturas nacionales y en apoyo a las élites que amenazan desbandada.
Han llegado también al Ecuador.
Hace algunos años, dictaba cátedra entre nosotros un boliviano que después fue derrocado y debió abandonar en puntillas su país: Sánchez de Lozada.
Después, han sido algunos ex presidentes y otros, de segundo orden, como Carlos Alberto Montaner.
Antes de que ocurriera la “hecatombe” del triunfo de Alianza PAÍS, Aznar ya nos condenó al fracaso. Y por aquí anduvo hace unas semanas Vicente Fox, luego de haber provocado el desencanto de los mexicanos que abandonaron con tantas esperanzas más de medio siglo de dominio de un solo partido, el PRI. Y un tanto desvergonzadamente, vino desde un país con millones de pobres, a hablarnos de los inminentes peligros de “tratar de reducir la pobreza a través de gastos públicos irresponsables” lo que “ha probado una y otra vez su fracaso”; discurso tan oportuno, precisamente cuando la oposición al gobierno de Rafael Correa argumentaba esas mismas razones para descalificarlo. Curiosa coincidencia.
Finalmente, cuando estalló el caso de la RCTV en Venezuela y cundían los presagios sobre el fin de la libertad de expresión en el Ecuador, nos cayó como enviado del cielo Mario Vargas Llosa, para repetir sus lugares comunes sobre la libertad y el ogro estatal. (Aunque en su visita procuró portarse cauto, pues en febrero, en las páginas de El País, de España, había calificado con arrogancia a Rafael Correa como uno de los nuevos idiotas latinoamericanos).
Finalmente, comienza su periplo por esta aparente tierra de nadie, otro aventurero: Lech Walesa, el ex presidente polaco, que en Lima ha pronosticado, suelto de huesos, que Hugo Chávez pagará algún día sus crímenes.
¿Qué nos está ocurriendo? ¿Qué corona tienen para considerarse ciudadanos del mundo y hablar con desparpajo y fórmulas estándar de otros países y otras realidades?
No me imagino a Rodrigo Borja dictando conferencias en México sobre las incertidumbres y las ilegitimidades de nuestros sistemas electorales, precisamente en los días del turbio triunfo de Felipe Calderón. Ni tampoco a un Ricardo Lagos conminando a los españoles a abandonar todo intento de búsqueda y negociación de la paz. No me los imagino. No creo que se prestarían para semejante dislate.
Esperemos a ver cuál es el próximo agorero globalizado en venir a dictarnos cátedra contra los populismos, los autoritarismos, las mordazas mediáticas y el fracaso de las asambleas constituyentes, invitado por alguna venerable cofradía neoliberal.
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