Pateras de ida y vuelta
Kcho aborda el fenómeno de la inmigración en una colectiva de la Marlborough
La Vanguardia, , 27-06-2007XAVIER ALDEKOA
Cuando Alexis Leyva todavía era un niño, su padre, carpintero de profesión, solía bajar a la playa cubana de Isla de la Juventud a buscar trozos de madera que el mar arrastraba a la orilla. Eran una perfecta – y económica- materia prima para su trabajo. Años después, bajo el alias artístico de Kcho, Alexis descendió a la playa con una carretilla y volvió con tres tablas, plásticos y la idea de construir un barco. Lejos de querer imitar a los balseros que ven en el mar una puerta hacia EE. UU., Kcho convirtió la balsa en expresión de su inquietud artística y la migración en una constante en su obra. Pero aunque su trabajo bebe de la realidad cubana, sus dibujos o esculturas pronto trascendieron fronteras y hoy ofrecen una relectura del fenómeno migratorio global.
En la exposición colectiva de la galería Marlborough de Barcelona, de acceso libre hasta el 6 de octubre, destaca estos días una pequeña balsa, a medio camino entre patera y balsa cubana, que describe una parábola imposible, como si quisiera regresar al lugar de origen. Una suerte de patera de ida y vuelta. “Parece un barco inútil pero no lo es, es el momento de reflexión humana de quien deja todo atrás reflejado en un barco. Tal vez parezca que se abandona todo, pero las raíces permanecen siempre, aunque sea en sueños”, argumenta Kcho en conversación telefónica.
Para el artista cubano, su obra encaja especialmente bien en el escenario español. “En España les está sucediendo una cosa intensa y muy enriquecedora; hace siglos, el viaje de Colón cambió el mundo; hoy la barca, las pateras o las balsas son las madres del nuevo mundo”, reflexiona sin olvidar el trasfondo crítico de sus creaciones hacia quienes “convierten la migración en un trauma para quien la recibe y para quien la produce en lugar de ver la intensidad de esa relación”.
Una segunda obra de Kcho en la exposición, un óleo donde el espectador observa furtivo una patera lejana con unos prismáticos, muestra el lado más reflexivo y poético del autor latino. “Quien observa es observado, el mundo es movimiento”, apunta.
Además de estas obras, la galería presenta casi 30 originales de veinte artistas nacionales e internacionales como Julio Vaquero, Manolo Valdés o Jacques Lipchitz, entre otros.
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