Sucesos

Asesinado en su portal

El Mundo, PABLO HERRAIZ, 27-06-2007

Un joven colombiano murió ayer tiroteado en la entrada de su casa, en Carabanchel Alto. Se sospecha de un ajuste de cuentas Los allegados de Diego Vélez Sánchez no se explicaban anoche por qué habían matado al joven. Eran las 23.15 horas, aproximadamente, cuando Diego, nacido en Colombia en 1978, entraba en el portal de su casa, en la calle de Aguilar del Río número 11, en Carabanchel Alto. Alguien le estaba esperando en el portal y le descerrajó dos o tres disparos de los que sólo le alcanzó uno, según las primeras investigaciones.


La bala le atravesó el esternón y le perforó hasta atravesar su cuerpo. Instantes después, Diego entró en parada cardiorrespiratoria. Primero acudieron al edificio los sanitarios del 061, y después el Summa y el Samur, que actuaron en colaboración.


Después de 40 minutos de intentos por reanimarle, los médicos certificaron su fallecimiento. El cadáver del joven quedó tendido en la entrada del portal de la casa. El edificio tiene una entrada desde la calle que después conduce a un largo pasillo, un patio interior ajardinado y, nuevamente, otro portal. Allí, entre la oscuridad de noche, yacía el joven, que carecía de antecedentes, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía.


Sin detenciones


«No tenía problemas con nadie, no sé cómo han podido hacerle esto», decía entre sollozos una de sus parientes, a la que tuvieron que atender psicólogos del Samur. Anoche, al cierre de esta edición, no se habían producido detenciones. Numerosos agentes de los Centauros (grupo que patrulla de noche), Homicidios y Policía Científica investigaban el lugar del crimen.


Las primeras pesquisas apuntan a un ajuste de cuentas, pero se desconocen los motivos por los que mataron a Vélez Sánchez. Según sus parientes, Diego vivía con dos tíos suyos, ya mayores, que tienen dos negocios de locutorios en los que habitualmente trabajaba el fallecido. Además, Diego se dedicaba esporádicamente a vender coches que compraba y arreglaba, y con anterioridad había trabajado en un concesionario de coches, donde le pagaban comisiones por cada venta. Llevaba varios años residiendo en España, aunque sobre él pesaba una orden de expulsión por infracción de la Ley de Extranjería.


Los agentes encontraron al menos dos vainas de bala en las inmediaciones del portal, aunque anoche no se había determinado el calibre de la munición.


Los vecinos tampoco se ponían de acuerdo sobre la cantidad de detonaciones que habían escuchado: todos decían entre uno y tres disparos. Hacia las dos de la mañana se marchó la comisión judicial que ordenó el levantamiento del cadáver, y trabajadores de la funeraria lo trasladaron a las 02.45 horas hasta el Instituto Anatómico Forense, donde se espera que hoy por la mañana le practiquen la autopsia.

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