EEUU accede a retirar parte del muro fronterizo con México
El Mundo, , 27-06-2007El Gobierno de Calderón protestó formalmente tras detectar cinco kilómetros de valla metálica construida parcialmente en su suelo Tras la protesta formal del Gobierno mexicano, las autoridades estadounidenses han accedido a retirar unos cinco kilómetros de muro metálico construido parcialmente sobre suelo mexicano. La intromisión del vecino del norte se produjo a la altura de Palomas (Chihuahua) y fue detectada en una reciente inspección de la frontera.
«En algunos puntos, este cerco se introduce 1,8 metros al sur de la línea fronteriza», denuncia la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mexicana en un comunicado en el que expresa su «total desacuerdo» por la construcción del muro y reclama textualmente su «inmediata remoción».
El Gobierno mexicano aprovechó la ocasión para expresar su «rechazo» a la valla metálica que surcará previsiblemente 1.125 kilómetros de desierto y sellará poco más de un tercio de la frontera.
Según el comunicado oficial, el muro «no corresponde al clima de cooperación y corresponsabilidad que debe existir entre nuestros países, ni ofrece una solución para atender efectivamente los problemas en la zona fronteriza».
Por parte norteamericana, el senador demócrata por Nuevo México denunció el imperdonable error y exigió al Departamento de Seguridad Interior que «adopte las medidas necesarias para que algo así no vuelva a ocurrir».
Sally Spener, portavoz de la Comisión Internacional de la Frontera y del Agua, informó de que el muro será retirado y reconstruido en territorio estadounidense. Spener reiteró el compromiso adquirido por ambos países para respetar la mutua soberanía.
El incidente fronterizo se produjo precisamente horas antes de que el Senado norteamericano se pronunciara sobre la nueva ley de inmigración, auspiciada por la mayoría demócrata y respaldada por el presidente George W. Bush y un puñado de republicanos moderados.
Por 67 votos a favor y 35 en contra, el Senado reabrió el debate sobre la ley de inmigración, que será probablemente votada en el Pleno antes del fin de semana. El presidente Bush ha puesto toda la carne en el asador para impulsar la ley que abrirá las puertas de la legalización a gran parte de los 12 millones de inmigrantes sin papeles que se encuentran en el país.
Las huestes conservadoras, que tumbaron una iniciativa similar hace tres semanas, mantienen sin embargo las espadas en alto y amenazan con boicotear nuevamente la iniciativa, alegando que la ley equivale a una «amnistía». Varios senadores demócratas han cuestionado también la ley, porque forzará la separación temporal de decenas de miles de familias mientras duran los trámites de legalización.
La ley actual, auspiciada por el republicano John McCain y el demócrata Ted Kennedy, ha tendido, sin embargo, un puente inusitado hasta ahora entre los dos partidos.
El presidente George W. Bush ha decidido cruzarlo al mismo tiempo y jugarse, de paso, su devaluada credibilidad política entre los republicanos, profundamente divididos ante la mencionada ley de inmigración.
La presión de los republicanos ultraconservadores, con el congresista y candidato presidencial Tom Tancredo al frente, fue decisiva en su día para la aprobación de la construcción del muro fronterizo, cuyos 575 primeros kilómetros se erigirán antes de que acabe el año.
Paralelamente, el Departamento de Seguridad Interior ha iniciado la construcción de 45 kilómetros de muro virtual a la altura de Arizona y Nuevo México, con torreones de 30 metros equipados con los últimos avances tanto en radar como en visión nocturna.
El plan piloto – conocido como Proyecto 28 – está valorado en 67 millones de dólares (casi 50 millones de euros) y ha sido adjudicado a la compañía Boeing. La idea final es construir cientos de torres similares a lo largo de la frontera con México y Canadá, con un presupuesto final de 7.600 millones de dólares (5.700 millones de euros).
Los congresistas demócratas Bennie Thompson y Loretta Sánchez han escrito una carta al Departamento de Seguridad Interior cuestionando la construcción del muro virtual a la luz de la posible nueva ley de inmigración.
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