La autopsia del nigeriano que murió cuando era deportado demuestra que falleció por asfixia

El Mundo, G. PEÑALOSA / A. DEL BARRIO, 27-06-2007

Los policías le colocaron una cinta en la boca para evitar que les mordiera y se autolesionara Osamuyia Akpitaye, el joven nigeriano que falleció amordazado en pleno vuelo cuando la Policía española le deportaba a su país el 9 de junio, murió por asfixia. Así se desprende del análisis realizado al pulmón y al corazón del fallecido por parte del Instituto de Toxicología de Barcelona.


El avance de la autopsia precisaba que el joven murió de una parada cardiorrespiratoria y que fue amordazado. También concretaba que el fallecido presentaba dos contusiones leves y que no llevaba esposas.


Desde el primer momento, los policías que le custodiaban insistieron en la fuerte resistencia de la víctima para evitar subir al avión. El inmigrante mordió a un agente, se golpeó contra el techo de la nave y rompió las esposas de plástico con la que le sujetaban las manos. Los agentes decidieron entonces colocarle una cinta en la boca para impedir que les mordiera y se autolesionara.


De hecho, la Policía había intentado deportarle dos días antes, pero el piloto del avión se negó debido a su estado de agresividad.


El análisis del Instituto de Toxicología catalán ya se ha remitido al Juzgado de Instrucción Número 1 de Elche que investiga la causa. La magistrada ha tomado declaración como testigos a dos compatriotas del fallecido que viajaban en el mismo avión hacia Lagos (Nigeria). El fiscal ha pedido que los policías que custodiaban a la víctima testifiquen como imputados. Los dos agentes declararán mañana por exhorto en calidad de testigos en la Audiencia Provincial de Madrid, a petición del juzgado de Alicante.


Dos días después de haberse producido la muerte, el hermano de la víctima, Chester Akpitaye, dijo que uno de los forenses le contó que habían apreciado que tenía los pulmones llenos de sangre. Esta revelación fue clave para que el hermano del joven interpusiera dos denuncias contra la actuación policial, ya que considera que los agentes maltrataron al fallecido y le provocaron la muerte.


La Federación de Comunidades de Nigerianos mostró ayer su indignación tras conocer los resultados de la autopsia. «Los policías le trataron como a un animal, peor que a un animal, porque éstos tienen derechos. Queremos que los agentes sean juzgados y que se les aplique la ley», criticó el portavoz de la Federación, Joe Illoh. Además, denunció que los malos tratos de la Policía a los inmigrantes en los aviones de deportados se producen con frecuencia.


Sin embargo, los sindicatos policiales han defendido la actuación de los dos funcionarios, aunque admiten que al inmigrante se le colocó una cinta entre los labios, que le permitía mantener «la boca abierta y respirar por ella sin dificultad». Las directrices el Consejo de Europa sobre los vuelos de repatriación dictan que «no se deberá dificultar o poner en peligro la capacidad del repatriado para respirar normalmente».

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