Juan Edison Posada, de 20 años y de origen colombiano, vivía en Las Palmas de Gran Canaria, junto a su madre y sus dos hermanos. Era el pequeño de la familia, y se enroló hace un año en la escuela de paracaidistas. Hacía tan sólo cuatro meses que había sido destinado a la Fuerza Interina de Naciones Unidas en el Líbano.

En el barrio de Las Rehoyas, de la capital grancanaria, la noticia corrió ayer como la pólvora. El muchacho era conocido en la zona por su carácter discreto y por su formalidad.

El ministro de Asuntos Exteriores colombiano, Fernando Araújo, contó que Juan Edison procedía de Maniales (Colombia) y que fue incorporado a las Fuerzas Armadas españolas en condición de «contratado extranjero».

El cadáver del soldado será trasladado hasta las islas por petición de la familia, que ayer tuvo que viajar a la capital para el reconocimiento de sus restos mortales.

En la constitución del nuevo Parlamento de Canarias se guardó ayer un minuto de silencio en recuerdo de los seis militares españoles fallecidos, entre ellos Juan Edison Posada.