La música mestiza tiene código postal
08001, el grupo multiétnico radicado en el Raval, publica su nuevo disco ´Vorágine
La Vanguardia, , 25-06-2007ESTEBAN LINÉS – Barcelona
El alma del grupo admite: “No comparto el contenido de algunas letras pero aquí somos democráticos”
Hace tres años y de forma arriesgada, dada la saturación de la oferta, se presentaba en el mercado discográfico un colectivo musical que respondía por 08001, el código postal del barrio barcelonés donde sus miembros viven, trabajan o se mueven, el Raval. Era, es, una asociación heterogénea, de tintes organizativos ligeramente ácrata, formada por un magma de músicos y cantantes con un ambicioso proyecto artístico: formar un grupo pluriétnico que idee y materialice la música producto de ese cruce, con el barrio chino como eje.
Aquella idea nació del músico Julián Urigoitia, que desde su estudio de la calle Sant Gil galvanizó decenas de ideas y entusiasmos. De allí surgió un primer bombazo, Raval ta joie,que marcó un punto y aparte en la catarata de música mestiza que inundaba la ciudad en aquel periodo; los conciertos del grupo fueron tan elogiados como problemáticos, ya que algunos de sus integrantes tenían que actuar en conferencia videográfica fuera de España por cuestiones legales.
Ahora, hoy mismo, aparece el segundo capítulo, titulado Vorágine (autoeditado en su sello Work in Progress), que ya fue presentado en el reciente día de la Música y en la apertura del Etnival de Girona. El álbum ha sufrido un retraso de tres meses por problemas de derechos con el tema Protection,de Massive
Attack, que, una vez grabado, no recibió luz verde de los británicos.
“La propuesta con este disco es defenderlo y después ya veremos lo que hacemos. Con nuestro primer trabajo todo fue un poco casual y producto de la buena suerte, porque de hecho no éramos un grupo, nos salió un buen disco y los directos salieron como salieron”, recapacita el compositor y productor de 08001. “Ahora la estructura de la formación es más cerrada, y los que lo hemos grabado somos los que lo vamos a girar”. Ello implica movilizar a ocho músicos de medio mundo (entre ellos el laudista griego Yannis Papaioannou, el chelista búlgaro Vesselin Mitev o el violinista marroquí Mohamed Soulimane, director de la Orquestra Àrab de Barcelona) y seis cantantes (de Holanda, EE. UU, Marruecos o España, en la voz de la espléndida Mati Fernández).
Vorágine vuelve a apostar por un contundente y especiado patchwork tejido con innumerables influencias, un manar constante de ritmos étnicos entremezclados con la electrónica e instrumentos tradicionales y otros rockeros. El aroma sonoro sitúa el producto en el Magreb y en Oriente Medio, aunque explicado con lenguajes tan reconocibles como los del rock, flamenco, dub, soul, rai… En cuanto al idioma, francés, árabe, inglés y castellano son los empleados para explicar “un disco mucho más conceptual”, reconoce Urigoitia, en el que ha tenido mucho que ver la incorporación como coproductor de Laurent Guéneau (Khaled, Afrika Bambataa, Orquesta Nacional de Barbès…). Hay, quizás, una cuestión delicada, y es el contenido de algunos temas: “Las canciones son composiciones de los intérpretes, y muchos de éstos son árabes y muy creyentes; yo no comparto el contenido de algunas, como Mr. Morality;pero el grupo es democrático y el proyecto es abierto ideológicamente”.
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