ATAQUE A LAS TROPAS ESPAÑOLAS
Mueren seis soldados españoles en un atentado terrorista en el sur del Líbano
Un artefacto explosivo alcanzó de lleno el blindado con el que cubrían una ruta habitual
Diario Sur, , 25-06-2007Seis militares españoles, tres de ellos de origen colombiano y otro de Sevilla, integrantes de la Brigada Paracaidista y destinados en el Líbano en la misión internacional de la ONU (UNIFIL) murieron ayer tarde y otros dos fueron heridos al sufrir un atentado con explosivos. «Un coche bomba u otro artefacto accionado por control remoto», explicó el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, estalló al paso de un convoy militar formado por dos vehículos blindados del tipo BMR en una zona de paso habitual para las patrullas españolas.
La deflagración, que el ministro Alonso no dudó en calificar de «ataque premeditado» contra las tropas españolas, ocurrió en torno a las 17 horas, hora peninsular española, al sur del Líbano en la intersección entre las carreteras SA – 7 y SA – 3, entre las ciudades de Marjayún, sede del contingente español, y Jiyam, la mayor población del sector controlado por las tropas españolas. Cuando los BMR entraron en el cruce, se produjo una fuerte explosión que afectó de lleno a uno de los blindados. Como resultado, fallecieron cinco soldados de entre 18 y 21 años y otros tres resultaron heridos. Uno de ellos falleció poco después tras ser trasladado a un centro hospitalario. Este soldado, de 19 años, es de Sevilla.
Alonso explicó que, a falta de que los expertos del Ejército analicen lo sucedido, la «causa más probable» es que se tratara de un coche – bomba. La hipótesis de que pudiera tratarse de una mina colocada bajo el terreno fue descartada de inmediato por los técnicos del contingente, ya que la acción se produjo «en una zona asfaltada». El responsable de Defensa subrayó que en el momento del ataque los militares «no estaban ejecutando ninguna operación fuera de las de rutina», y se trata de una zona por la que las patrullas del contingente circulan casi «diariamente».
Defensa «no excluye» que «detrás» de este ataque esté Al Qaeda o milicianos de la organización palestina Fatah Al Islam, que desde hace varias semanas se enfrentan al Ejército libanés más al norte en un intento por desestabilizar el país. Tras el ataque, los militares fueron auxiliados por civiles libaneses, que ayudaron a trasladarlos hasta varios hospitales de la zona.
Investigación
Los agentes de los servicios de inteligencia (CNI) que acompañan al contingente y los técnicos del Ejército trabajan ahora en el análisis del tipo de vehículo utilizado por los terroristas, de los restos del explosivo y del BMR atacado en busca de pistas sobre la autoría. Recabarán también el testimonio de los soldados que viajaban en el segundo blindado, y que pudieron ver algo antes de la explosión. Defensa desconocía, unas horas después del ataque, si el vehículo en el que viajaban los fallecidos iba provisto con inhibidores de frecuencia que habrían detenido la señal del control remoto. Este y otros detalles deberán ser aclarados aún por los expertos.
Las milicias chiítas de Hezbola, de las que se sospechó en el primer momento y que están muy presentes en el sector ocupado por las tropas españolas, hicieron público un comunicado poco después del ataque en el que aseguraron no tener nada que ver con lo sucedido y condenaron el ataque, que definieron como una acción concebida «con el objetivo de desestabilizar la zona». Al sur del Líbano, junto a la frontera israelí, operan unos 12.000 soldados de 28 países, además de 12.000 efectivos libaneses que tratan de mantener la precaria paz alcanzada hace un año tras la guerra con Israel.
Alonso viajaba esta madrugada rumbo al Líbano a bordo de un ‘Boeing 707’ del Ejército del Aire, junto a varios colaboradores cercanos y un equipo de expertos de la Guardia Civil en identificación de restos humanos que tienen la misión de recuperar e identificar los cadáveres. Según fuentes militares, tres de los cuerpos se encuentran en bastante buen estado, por lo que su filiación será sencilla, pero es probable que los otros dos tengan que ser sometidos a pruebas más complicadas.
Tres de los fallecidos eran de nacionalidad colombiana y formaban parte del cupo de extranjeros admitidos por el Ejército. Se trata de Jefferson Vargas Moya, de 21 años; Jeyson Alejandro Castaño Abadía, de 20; y Yhon Edisson Posada, de la misma edad. Los otros tres Jonathan Galea García, madrileño de 18 años; Manuel David Portas Ruiz, sevillano de 19 años, y Juan Carlos Villora Díaz, de 20 años y nacido en Ávila. Los heridos son Enrique Vázquez Matey, de 21 años y de Madrid; y Juan Paz Soler, de 19 años y natural de Palma de Mallorca.
El presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, trasladó su dolor por la muerte de los seis soldados al general jefe de la Brigada Internacional destacada en el Líbano, Ramón Martín Ambrosio, a quien transmitió «todo el respaldo del Gobierno español y el reconocimiento de la ciudadanía a la difícil y leal labor que las tropas desarrollan en esa zona», según explicaron fuentes del palacio de La Moncloa.
Los Reyes de España Don Juan Carlos y Doña Sofía y los Príncipes de Asturias enviaron anoche telegramas de condolencia a las familias de los fallecidos. También el ministro Alonso trasladó a los familiares «las más dolorosas condolencias» del Gobierno ante «un atentado que nos sumerge en el dolor más profundo». Igual que los líderes del PP, IU y otras fuerzas políticas mostraron sus condelencias.
El ministro de Defensa subrayó que, a pesar de estos hechos, «España apoya y seguirá apoyando la misión UNIFIL de las Naciones Unidas», a la que contribuye con un millar de soldados desplegados al sur del río Litani, en el sector oriental de la frontera entre el Líbano e Israel.
La mayoría de los soldados españoles en la zona pertenecen a la Brigada de Infantería Ligera Paracaidista ‘Almogávares VI’, con sede en Alcalá de Henares. El resto están encuadrados en la Fuerza Logística Terrestre, de Sevilla, y en varias unidades con sede en Valencia. Su reemplazo está previsto que comience el próximo 7 de julio.
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