C. MORCILLO/E. CALVO

MADRID/LAS PALMAS. El «amigo de Senegal», como definió a Zapatero el presidente Abdoulaye Wade al recibir el viernes en Dakar a la delegación española, se comprometió en su visita a este país el pasado diciembre a entregar una serie de medios para combatir la inmigración ilegal que parte del país subsahariano. Entre esos medios figuraba material de comunicaciones y transmisiones, cinco vehículos todo terreno y dos patrulleras, que debían sumarse al trabajo permanente de la «Río Cabriel» y la «Río Ara» de la Guardia Civil y al de otras cuatro senegalesas que vigilan de forma intermitente los casi 400 km de costa del país africano.

El material regalado, como antes ocurrió con Mauritania – a este país se donaron cuatro patrulleras, con un azaroso periplo – fue entregado, pero de poco ha servido. Las dos patrulleras, que ya pertenecen a Senegal, una mediana y otra ligera, siguen amarradas en el puerto militar de Dakar, sin nadie que las use ni al parecer las haya usado, según confirmó este periódico.

La paradoja es absoluta. Mientras la «Cabriel» y la «Ara» hacen jornadas de 12 horas y recorren 150 millas diarias en busca de cayucos (con tripulación de la Guardia Civil, más un gendarme y dos miembros de la Armada senegalesa), sus hermanas pequeñas no se han estrenado. «La versión de los senegaleses siempre es que están en mantenimiento», ironiza un agente español. El motivo de fondo es que el problema de las salidas masivas de cayucos es de España, pese a los avances en la cooperación prestada por este país, como el permiso para que los medios de la agencia europea de fronteras prorrogue su misión en aguas senegalesas durante otro año.

Pero no es el único material, que pese a las necesidades no está operativo. El Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) de Lanzarote funciona ya a pleno rendimiento. Es la segunda isla del Archipiélago, tras Fuerteventura, que cuenta con radares fijos para la localización de embarcaciones clandestinas. En Gran Canaria, agentes de la Guardia Civil denuncian que uno de los camiones con radares móviles que se trajeron de Lanzarote cuando se puso el SIVE fijo, «está aparcado desde hace semanas, sin ser utilizado, cuando podría cubrir el sur de la isla, muy desprotegido». Por ahí «entra la mayoría de pateras del Sahara, cuyos ocupantes huyen las más de las veces».