BILBAO. DV. Una reyerta ocurrida de madrugada en una discoteca de ambiente latino del barrio bilbaíno de Deusto acabó ayer en una sangrienta tragedia. Una joven colombiana de 25 años murió degollada al recibir una cuchillada durante la trifulca, en la que no estaba implicada. La Ertzaintza detuvo a un chico de 19 años como autor material del homicidio y a un amigo de 22 que le acompañaba, los dos de la misma nacionalidad que la fallecida. El acusado había sido expulsado del local poco antes del homicidio por protagonizar un altercado, pero regresó armado con un cuchillo. La víctima, Cristina A.S., residía desde hacía poco más de dos años en Bilbao junto a su madre y tres hermanos y trabajaba en un restaurante.

El homicidio se produjo en la discoteca ‘Fania’ de la calle Lehendakari Aguirre de Deusto – antiguo ‘Chentes’ – , poco después de las cuatro de la madrugada. Según la Ertzaintza, el joven de 19 años discutió con una de las camareras, lo que provocó que le expulsaran del bar. Un vigilante de seguridad de la discoteca ayudado por otra persona de origen dominicano le sacaron por la fuerza del establecimiento. Al parecer, el acusado mantuvo una pelea con el hombre que le echó a la calle y en la reyerta sufrió un ligero corte en un brazo con un vaso roto. El chico se marchó y regresó al local pocos minutos después, enfurecido y armado con un cuchillo.

Por la puerta de atrás

El joven intentó entrar por la puerta principal de la discoteca. «Sangraba por un brazo y no le dejaron pasar», explicaban ayer algunos clientes que presenciaron la escena. No cejó en su intento. Logró colarse por la puerta de atrás. Según relataron a este periódico familiares de la mujer fallecida, el homicida llamó por el móvil al otro detenido, que estaba dentro del local, para que le abriera la puerta trasera. La Ertzaintza informó de que, tras volver a entrar, se originó «una trifulca» durante la cual el joven de 19 años «hirió de muerte» a la víctima, que se encontraba sentada en la barra del bar.

Los allegados de la mujer describían ayer, desolados, con más detalle la terrible muerte de Cristina. «Mi hermana había acudido en compañía de una amiga a la discoteca. El hombre entró como un loco con el cuchillo en la mano, balanceándolo de un lado a otro para abrirse paso porque había mucha gente. Iba directo hacia el dominicano con el que se había peleado. Por desgracia, ella estaba sentada cerca de ese hombre», relató un hermano de la joven. Aclaró que la fallecida no conocía ni al agresor ni al individuo con el que se había peleado. «El asesino se lanzó a por el dominicano, pero el tipo logró esquivarle y mi hermana recibió la cuchillada en el cuello. Otros cinco clientes también sufrieron cortes», añadió. La cuchillada la degolló. La joven falleció desangrada en pocos minutos, antes de que pudieran intervenir los servicios sanitarios de emergencia.

Los dos acusados huyeron por la parte de atrás del local. «Primero tuvieron la sangre fría de lavarse las manos y el cuchillo en los servicios de la discoteca», comentó el hermano. Al parecer, un testigo del homicidio les siguió desde lejos y alertó a la Ertzaintza de los pasos que iban dando. Finalmente perdió su rastro. Para entonces varias patrullas de la Policía autonómica peinaban la zona y en pocos minutos capturaron a los dos sospechosos en el mismo barrio de Deusto. Los identificaron como A.M.D., de 19 años, y E.L.G., de 22.

Los arrestados fueron trasladados a comisaría para prestar declaración. Posteriormente, la Ertzaintza les condujo de nuevo al escenario del crimen, donde se encontraba aún el cuerpo sin vida de la joven. Los detenidos permanecieron varias horas junto al juez que ordenó el levantamiento del cadáver.

Mientras en el interior de la discoteca se encontraban los sospechosos, los equipos policiales y el juez, en el exterior se vivieron momentos de tensión. Familiares de la víctima que habían recibido la noticia de su muerte se concentraron a las puertas del bar y protagonizaron escenas de dolor. Una hermana de la joven muerta sufrió una crisis de nervios.

Varios jóvenes que estaban dentro de la discoteca cuando se produjo la reyerta comentaron impresionados que «había sangre por todas partes». Equipos de la Policía Científica trabajaron durante horas para recoger indicios que permitan esclarecer el homicidio.