GENERAL

Las fiscalías de menores aperciben a 60 familias vascas por el absentismo escolar de sus hijos

Cerca de 850 de alumnos de Secundaria obligatoria y 700 de Primaria faltan a clase más del 20% de los días sin justificar, el límite fijado para intervenir desde la Administración

El Correo, MARTA FDEZ. VALLEJO m.f.vallejo@diario-elcorreo.com, 25-06-2007

Departamento de Educación, ayuntamientos vascos y Fiscalía han tejido una sólida red de control para luchar contra el absentismo escolar de los menores entre los 6 y los 16 años, el tramo de edad en el que es obligatorio acudir a las aulas. En el último peldaño de las acciones para atajar las faltas de asistencia a clase intervienen las fiscalías de menores de los tres territorios. Durante el pasado curso citaron a declarar y realizaron advertencias a 67 familias vascas y este año académico, aún sin finalizar, han tomado medidas en más de sesenta casos graves de absentismo escolar, según los datos recogidos por el Gobierno vasco y las propias fiscalías.

Educación considera absentismo cuando el alumno tiene un 20% de faltas a clase sin justificar. O lo que es lo mismo, cuatro días de ausencia injustificada al mes. Durante el pasado curso la consejería detectó esas faltas reiteradas a las aulas en 754 alumnos de Primaria – de 6 a 12 años – , y 853 de Secundaria obligatoria – de 12 a 16 años – . Los servicios de Inspección del Departamento descubrieron la existencia de otros 130 menores de esas dos etapas educativas obligatorias que estaban sin escolarizar. «Las cifras no varían mucho de un año a otro, pero los sistemas de control han mejorado y la reacción de la red educativa es ahora inmediata», señalan desde Inspección.

Los casos que llegan a la Fiscalía son los de menores que apenas aparecen por el centro desde el inicio del curso o que ni siquiera están matriculados. Situaciones que los responsables educativos o los ayuntamientos no logran reconducir con sus medidas de intervención. La Inspección de Educación y las propias corporaciones municipales remiten estos expedientes a las fiscalías de menores. El ministerio público inicia una investigación que puede acabar con una denuncia.

El primer paso que da la Fiscalía es llamar a declarar a los padres. «Enviamos una primera citación. En el caso de que no se presenten se les cita otra vez. Si aún así no acuden, mandamos a la Ertzaintza al domicilio para que valore la situación del menor: si está solo, si existe algún riesgo…», explican desde la Fiscalía de Menores de Vizcaya.

Una vez concluido el atestado policial, el ministerio fiscal hace una advertencia a los padres y envía un oficio a los colegios para que hagan el seguimiento al menor. El centro escolar remite un informe trimestral con los resultados de ese control. «Si después de la advertencia se comprueba que no se ha conseguido que el alumno acuda a clase se presenta una denuncia contra los padres por abandono familiar», añade. La fiscal de menores de Vizcaya ha apercibido a 28 familias durante este curso 2006 – 2007 por el absentismo escolar de sus hijos y ha interpuesto seis denuncias a padres que no hicieron caso a las advertencias.

Estos casos de absentismo escolar grave esconden situaciones de familias desestructuradas, marginalidad y hogares sin recursos en una gran parte de las ocasiones, según detallan los técnicos de Educación. Entre los expedientes que tramitan en la actualidad las fiscalías figuran los de menores de etnia gitana, principalmente de chicas adolescentes a las que sus padres dejan de enviar a clase cuando tienen que acudir a los institutos para cursar la educación Secundaria obligatoria, entre los 12 y los 16 años.

Llamada a los padres

Los portavoces de Inspección de Educación de la consejería aseguran que el control en los centros de enseñanza vascos sobre la asistencia a clase es «riguroso». Según los datos de un reciente estudio del Instituto Vasco de Evaluación el 86% de los colegios recoge las faltas a diario y el 12% lo hace semanalmente.

La pieza clave son los tutores. «El control es inmediato. En cuando se detecta un caso el tutor interviene y llama a los padres. La vigilancia se inicia desde el primer día de clase», aseguran desde Inspección. Ante una falta injustificada, en el 93% de los casos se habla con la familia. Las entrevistas con los padres se producen en un 84% de las ocasiones cuando se registran hasta tres faltas sin justificar. En la actualidad, 13 de cada 100 alumnos vascos que cursa segundo ciclo de la ESO recibe algún tipo de medida de apoyo educativo individualizado que busca «asegurar la escolarización obligatoria del menor», añaden las mismas fuentes.

Junto con el programa de Educación, la mayoría de los ayuntamientos vascos tiene en marcha iniciativas de detección y lucha contra el absentismo escolar. Los municipios descubren los casos a través de los servicios sociales y las policías municipales y abren expedientes que pueden acabar en los despachos de la Fiscalía de Menores. En los últimos años algunos ayuntamientos han tomado la determinación de condicionar la concesión de algunas ayudas de emergencia social a que los padres envíen a sus hijos al colegio.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)