Bush pide valor en debate migratorio
El Universal, , 24-06-2007WASHINGTON. - En un ambiente que parece cada vez más adverso, el presidente George W. Bush renovó ayer su llamado a que el Congreso estadounidense “asuma el valor político de hacer lo correcto” y apruebe una reforma migratoria.
Mientras partidarios y adversarios de la propuesta de ley anunciaban maniobras legislativas para favorecer o evitar el voto o la aprobación de la medida, el mandatario dedicó su mensaje semanal de radio a abogar por una propuesta que describió como “una oportunidad histórica” para resolver problemas acumulados por décadas. “Nuestras leyes son ineficaces e insuficientes”, indicó Bush al subrayar que la propuesta que el Senado podría reexaminar a partir del martes prevé situaciones que antes no había y subraya, por ejemplo, que “a cualquier persona que sea capturada cruzando ilegalmente la frontera se le prohibirá permanentemente volver a EU bajo una visa de trabajo o de turista”.
Bush trató de suavizar así los temores de legisladores de derecha para los que el primer punto de la agenda debería ser el reforzamiento de la vigilancia fronteriza, especialmente en los límites con México, y que se han manifestado contra lo que califican como “amnistía” para residentes indocumentados que, desde su punto de vista, han violado la ley.
La propuesta “no es una amnistía”, dijo Bush, al explicar que “habrá multas para quienes salgan de las sombras” amén de controles diversos y verificación de antecedentes.
Pero, al mismo tiempo, para muchos legisladores republicanos la legislación se ha convertido en una oportunidad para marcar un rompimiento público con Bush, que enfrenta niveles de aprobación históricamente bajos y a quien varios en su partido atribuyen la pérdida de asientos y, por tanto, de la mayoría republicana en el Congreso.
La legislación había sido puesta en el “limbo” legislativo hace dos semanas, cuando el líder de la mayoría demócrata, el senador Harry Reid, la retiró de consideración al quedar en claro que no había suficientes votos para detener una táctica legislativa que busca prolongar indefinidamente el debate, entre otras vías mediante la continua presentación de enmiendas. Pero el cabildeo de Bush y las quejas de algunos de sus aliados llevaron a Reid a aceptar la idea de “resucitar” la discusión y una nueva propuesta fue presentada el lunes pasado, entre versiones de que se buscarían maniobras parlamentarias para limitar el número de propuestas de enmienda y por tanto la discusión.
El nuevo debate podría reanudarse el martes, luego de un voto que establecería límite de tiempo y de enmiendas para dicho debate, lo que podría convertirse en una primera prueba de la fortaleza o la debilidad del grupo legislativo que apoya la medida de reforma. Legisladores derechistas encabezados por los senadores republicanos David Vitter (Louisiana) y Jeff Sessions (Alabama) anunciaron el viernes que harán lo necesario para evitar la aprobación de la reforma propuesta por Bush y sus aliados.
Mientras tanto, los indocumentados que viven en Estados Unidos temen salir a las calles, en vista de la serie de redadas que han aplicado las autoridades en su contra.
Datos del servicio de Seguridad Nacional entregados a The Associated Press indican que en el primer semestre de 2006 hubo un aumento de 75% en la cantidad de arrestos de personas fuera de su lugar de trabajo, comparado con los registrados en el mismo período el año previo. La Agencia de Aduanas e Inmigración (ICE por sus siglas en inglés) asegura que el incremento no se debió a las redadas sino a operaciones de rutina. En ambos años, más de dos tercios de los detenidos tenían órdenes de deportación. Las cifras de la ICE no incluyen los arrestos en los sitios de trabajo, que se triplicaron entre el año fiscal de 2005 y el de 2006, pasando de mil 292 a 4 mil 383.
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