España prorroga el Frontex en Senegal, donde patrullan sólo medios nacionales

ABC, 24-06-2007

CRUZ MORCILLO. E. ESPECIAL

DAKAR. Un año de prórroga para Frontex, un año de alivio para España y, en menor medida dada la irregular implicación, para la UE. Es uno de los logros de la delegación del Gobierno que visita Senegal. El país africano, puerta de salida y de paso de cayucos, ha decidido autorizar otros doce meses la misión de la agencia europea de fronteras, es decir, el patrullaje en sus aguas de medios extranjeros, básicamente españoles. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció ayer el compromiso alcanzado después de varios meses de dudas e intensa negociación. En la práctica se traduce en que las dos patrulleras que la Guardia Civil tiene desplegadas en Senegal, la Río Cabriel y la Río Ara, con sus respectivas tripulaciones seguirán haciéndose a la mar a diario, una rutina que ayer se vio rota con la visita de la delegación española a los buques con base en el puerto militar de Dakar. A pie de pasarela esperaban también los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que pilotan el helicóptero de vigilancia. Desde septiembre de 2006 han interceptado una quincena de cayucos en los que viajaban unos 1.500 candidatos a la inmigración ilegal.

Esos son los medios actuales, que seguirán, pero aunque el ministro no desgranó detalles, el dispositivo español para frenar la salida de cayucos continúa engordando para que cunda el aviso a navegantes y aún así unos 4.000 irregulares han acabado ya en Canarias este año. Ayer llegó a la capital senegalesa un avión civil con su tripulación, que ha sido contratado por Defensa con el fin de vigilar los miles de kilómetros de costa del país africano. Rubalcaba aseguró que esta semana se sumará un avión y un barco italiano; sobre el papel el gobierno de Wade pondrá otras seis embarcaciones, y sin fecha cerrada Portugal enviará otro buque a Cabo Verde.

Según fuentes de Interior consultadas por ABC, en la primera quincena de julio España donará dos patrulleras a Gambia, formará personal y patrullará con ellos, mientras que a Cabo Verde enviará un avión del Ejército del Aire y uno de los dos «superbarcos» de altura que el Ejecutivo está lustrando desde hace un mes. «Tenemos que conseguir cerrar el pasillo entre Senegal y Cabo Verde porque por ahí se cuelan todos los cayucos», apunta un agente destinado en Dakar. Es la única forma, de lo contrario los cayucos seguirán bajando «pero con un motor de 40 CV no pueden salir de costas distintas a las de Senegal», es decir, que hacen parada en este país o en Mauritania. Pero mientras el despliegue echa a andar ahí siguen 16 guardias civiles recorriendo 150 millas diarias, con un ojo puesto en el mar y el otro en la cámara térmica del puente de mando.

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