MUNDO

Bush anuncia que los ilegales expulsados no podrán regresar

El presidente de Estados Unidos vuelve a endurecer la ley migratoria estancada en el Senado por falta de apoyos

El Correo, AGENCIAS, 24-06-2007

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, prometió ayer una prohibición permanente para ingresar a Estados Unidos a los futuros inmigrantes ilegales, como una nueva vuelta de tuerca a su intención de endurecerla legislación migratoria, tema central de su agenda de política interior.

En los últimos día la Casa Blanca reenvió al Senado un paquete de reformas retocado, en sustitución de uno previo que el pasado 7 no logró los votos necesarios para cerrar el debate y avanzar a su aprobación final. El colapso de la primera propuesta motivó una intervención personal de Bush, que se dirigió al Congreso para reclamar que el proyecto tuviera una segunda oportunidad.

En su discurso radiofónico semanal, el presidente reveló ayer uno de los puntos más drásticos de su nueva propuesta: «Quienes sean detenidos cruzando ilegalmente tendrán prohibido de manera permanente regresar a Estados Unidos con una visa de trabajo o de turista», afirmó. Bush añadió que la nueva ley le dará prioridad a la seguridad fronteriza.

4.000 millones

La medida prevé 4.000 millones de euros en asistencia a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos para contratar más agentes, construir defensas adicionales, adquirir cámaras infrarrojas y otras tecnologías que contribuyan a interceptar a inmigrantes ilegales. «Sólo después de que estas herramientas de seguridad estén en funcionamiento, otras partes de la ley entrarán en vigor», señaló.

Esas ‘otras partes’ incluyen un programa destinado a los trabajadores temporeros, al cual podrán acogerse los inmigrantes ilegales que residen en Estados Unidos en la actualidad solicitando una visa ‘Z’ renovable y tras el pago de una multa.

Bush pidió a los senadores que reúnan «valor político» para sacar adelante la reforma migratoria «integral». «Trabajando juntos podemos aprobar esta ley buena y construir un sistema de inmigración que se merezca nuestra gran nación», manifestó.

Hasta el momento, los senadores han llegado a un principio de acuerdo sobre cerca de veinticuatro enmiendas – doce por parte de cada uno de los dos partidos – , en un esfuerzo por sacar a flote este proyecto de ley, que Bush ha convertido en su prioridad en materia de política nacional.

La actual situación, opinó Bush en su discurso, es «inaceptable» por lo que debemos «reunir el valor político necesario para avanzar hacia una reforma migratoria integral».

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