El Gobierno amplía la vigilancia de las costas africanas a Gambia y Cabo Verde

El Mundo, ANA DEL BARRIO. Enviada especial, 24-06-2007

Rubalcaba defiende que España no está sola en Europa en la lucha contra la inmigración ilegal Caldera anuncia la creación en Senegal de cinco escuelas – taller sobre turismo y construcción El Gobierno español ampliará la vigilancia de las costas africanas con nuevas operaciones en Gambia y Cabo Verde. A primeros del próximo mes de julio, un avión del Ejército del Aire español y un barco de altura de la Guardia Civil comenzarán a operar en Cabo Verde, mientras que España donará a Gambia dos patrulleras de la Guardia Civil y formará a personal local destinado al control fronterizo.


Además, el ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, y su homólogo senegalés, Ousmane Ngom, suscribieron ayer en Dakar (Senegal) un acuerdo para prorrogar la operación de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) durante un año más. En un principio, se insistió en que el dispositivo europeo iba a permanecer de manera permanente, pero el subdirector del Frontex, Gil Arias, anunció recientemente que la Agencia no tenía recursos suficientes para hacer frente a esta operación.


Sin embargo, Pérez Rubalcaba negó ayer que España se encuentre sola en la vigilancia de las costas africanas, a pesar de que los países europeos habían prometido muchos medios, pero sólo Italia va a enviar un barco y un avión – fundamental para controlar las embarcaciones – y Portugal otra nave.


De esta forma, el Ejecutivo español pretende tener cubierta la vigilancia de las costas del Africa occidental y, sobre todo, el pasillo estratégico situado entre Cabo Verde y Senegal, por donde pasan todos los cayucos.


Retraso de los cayucos


Las rutas de la inmigración irregular se están desplazando cada vez más al sur, pero desde Interior consideran que no tiene sentido enviar más patrulleras a países como Guinea – Conakry o Sierra Leona, debido a su elevado coste económico. Además, opinan que lo importante es controlar enclaves estratégicos, como la zona situada entre Cabo Verde y Senegal, que es el punto de tránsito de todos los cayucos.


Además, si el cayuco sale desde más abajo de Senegal, es imposible que llegue directamente a las islas Canarias y, por tanto, tienen que hacer escalas a lo largo del camino, por lo que se les puede interceptar.


El Gobierno se prepara así para la temporada veraniega, la época fuerte de los cayucos, ya que durante el año pasado se batieron todos los récords de llegadas por mar.


Aunque la repatriación de miles de senegaleses y el fomento de la inmigración legal están ejerciendo un efecto disuasorio, lo cierto es que, según los datos de la Guardia Civil, el principal motivo de que las embarcaciones de sin papeles hayan bajado durante este año es el mal estado de la mar. Todavía no han llegado las calmas – como ellos lo denominan – ni las crecidas de los ríos que están esperando cientos de clandestinos para echarse al agua y alcanzar las islas Canarias.


De momento, en Senegal permanecen las dos patrulleras de la Guardia Civil, además del helicóptero de la Guardia Civil y un avión español que llegó ayer. También se está fabricando un barco de altura con el fin de vigilar las aguas senegalesas, que cuente con más autonomía que las patrulleras. Además, se incorporarán en los próximos días un barco y un avión italiano y otro barco portugués dentro del dispositivo del Frontex.


Además de la cooperación policial, el Gobierno español ha ofrecido al senegalés ayuda para la formación de sus jóvenes y, por este motivo, financiará la creación de cinco escuelas – taller dedicadas al turismo, la construcción y otros sectores. Así lo anunció el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, al término del primer encuentro hispano – senegalés en Dakar.


Los 30 empresarios españoles que han viajado con la delegación española se reunieron ayer con compañías senegalesas y con representantes del Gobierno africano. Por el momento, la Cofradía de Pescadores tiene intención de contratar a 100 ciudadanos de este país y la cadena Vips, que tienen empleados a 6.000 inmigrantes, pretende emplear a 40 trabajadores como experiencia piloto. Además de ellos, ya hay 450 senegaleses seleccionados que viajarán a España legalmente con un contrato bajo el brazo.

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