Los ministros españoles de Interior y Trabajo se reunieron ayer en Dakar con el presidente de Senegal, Abdulaye Wade, en el primer encuentro hispano – senegalés. Su primera jornada sirvió para felicitarse mutuamente por la reducción del flujo migratorio – de 901 cayucos en 2006 a 101 en lo que va de año – y, sobre todo, para animar a los empresarios españoles a invertir en turismo africano y contratar mano de obra senegalesa.

“Para luchar con la inmigración ilegal no basta con la policía, hace falta desarrollo e inmigración legal. Ése es el modelo que queremos que Senegal nos ayude a que comprendan en otros países de África, y en Europa. Animamos a los empresarios a invertir en Senegal, a contratar a jóvenes senegaleses. A esos jóvenes hay que decirles que no vale la pena arriesgar su vida de la mano de las mafias”, declaró ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en el palacio presidencial de Dakar, tras reunirse con el presidente senegalés, Abdulaye Wade, y su homólogo Ousmane Ngom.

Previamente, el presidente senegalés, que a sus 81 años inició el pasado mes de abril su segundo mandato consecutivo, había recibido con euforia a la que calificó de “la delegación más grande y fuerte de un estado europeo, desarrollado, que ha visitado nunca nuestro país”. Con euforia, repasaron Wade, Caldera y Rubalcaba los logros en la reducción de los flujos de inmigración ilegal procedentes de Senegal y los primeros 540 contratos en origen.

Con mucho entusiasmo también animaron los tres a los empresarios españoles allí presentes a contratar mano de obra senegalesa para la construcción e invertir en un país que con 11,7 millones de habitantes sufre una tasa de desempleo del 65%. Los empresarios españoles (directores de empresas tan potentes como McDonald’s, Sol Meliá, Grupo Vips, Barceló o Globalia) se limitaron a escuchar y observar, a imaginarse ofertando sus servicios en Senegal, “la nariz por la que respira África”, según la definición de Wade.

Tanto los ministros españoles como los senegaleses estuvieron de acuerdo en que “el mejor camino” era el que habían elegido, en materia de vigilancia de fronteras a través del dispositivo Frontex, cuyo acuerdo acaban de renovar por otros seis meses, y fomentando la contratación en origen. “En 2006 llegaron sólo a Canarias 901 cayucos con 35.490 inmigrantes clandestinos. En lo que va de año hemos conseguido ir reduciendo el flujo hasta 101 embarcaciones. Una reducción drástica”, señaló Ngom. “Este año se ha contratado en España a 540 trabajadores senegaleses y esperamos que sean muchos más después de este encuentro”, añadió Caldera.

La primera jornada del encuentro hispano – senegalés estuvo repleta de mensajes, como éste del ministro de Trabajo a la colonia de empresarios españoles invitados, que serán los protagonistas absolutos de la segunda jornada. Sobre ellos están puestos todos los ojos. Y sobre todo la “nariz” que, dice Wade, es Senegal.