Llegar a EU vía Colombia
El Universal, , 22-06-2007BOGOTÁ. – “En Melgar fueron halladas 31 personas de nacionalidad china”. “101 ciudadanos chinos en Zipaquirá”. Titulares de este tipo se suceden en la prensa colombiana en las últimas semanas, alertando a las autoridades sobre nuevas rutas del tráfico de emigrantes.
Los investigadores prendieron las alarmas al descubrir que en los primeros cuatro meses de este año, 4 mil 985 chinos entraron al país ilegalmente. Tan sólo el mes pasado, 31 ciudadanos chinos fueron encontrados alojándose en un condominio en Melgar, población turística situada a unos 100 kilómetros al oeste de Bogotá; 101 fueron encontrados en Zipaquirá, a unos 35 kilómetros al norte de Bogotá, y otros 19 en Cali.
La mayoría de estos inmigrantes entraron al país de forma ilegal; sin embargo, esto no constituye un delito penal, sino que acarrea multas y, en el peor de los casos, la deportación. Por este motivo, todos los capturados fueron puestos en libertad.
La cantidad exorbitante de chinos hallados a lo largo y ancho del país alertó a las autoridades que están más interesadas en capturar a los cabecillas de una posible red de tráfico ilegal que a los emigrantes que las utilizan.
“La mayoría son desempleados de entre 17 y 40 años”, explicó una fuente del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) que se ocupa, entre otros asuntos, de la inmigración en Colombia.
“La entrada masiva es por bandas organizadas que le cobran a cada uno entre 30 o 50 mil dólares para llevarlos ilegalmente a Estados Unidos y Canadá a través de Centroamérica”. La declaración del funcionario se sustenta no sólo en las informaciones recabadas en Colombia sino en el hecho de que otros grupos de chinos han sido capturados recientemente en varios países centroamericanos y la mayoría provenían de Colombia.
A principios de mayo fueron encontrados en Nicaragua 20 hombres y seis mujeres oriundos de China que habían llegado a Bogotá el 13 de abril vía aérea y luego fueron trasladados por mar hasta el país centroamericano. Según declaró la policía nicaragüense a los medios de comunicación, el destino final de los emigrantes era Estados Unidos. A finales del mismo mes, otros 35 chinos sin documentos fueron detenidos en la costa pacífica de Panamá; las autoridades establecieron que habían efectuado la travesía marítima desde Colombia.
El país andino se convirtió en el “coladero” de ciudadanos chinos hacia EU desde que dejó de exigir visado de turista a los oriundos de dicho país con el fin de estrechar los lazos comerciales. Ante las recientes detenciones, la Cancillería colombiana decidió reestablecer el requisito a partir del 4 mayo. Desde entonces y hasta el 28 del mismo mes, han recibido apenas 30 solicitudes en el Consulado de Colombia en Pekín, de las cuales se aprobaron 22.
La Cancillería colombiana además tiene problemas con uno de sus cónsules en Ecuador, Gerardo Dorado, sobre quien recae una orden de captura solicitada por el propio fiscal general de Colombia, Mario Iguarán, que lo acusa de tráfico de emigrantes, falsedad en documento y fraude procesal, según confirmó una fuente del organismo a EL UNIVERSAL, pues entre febrero y octubre de 2005 Dorado estuvo expidiendo visas a ciudadanos chinos de forma irregular.
Tanto las autoridades como la Cancillería esperan que con las medidas tomadas Colombia deje de ser el trampolín latinoamericano a EU.
BOGOTÁ. – “En Melgar fueron halladas 31 personas de nacionalidad china”. “101 ciudadanos chinos en Zipaquirá”. Titulares de este tipo se suceden en la prensa colombiana en las últimas semanas, alertando a las autoridades sobre nuevas rutas del tráfico de emigrantes.
Los investigadores prendieron las alarmas al descubrir que en los primeros cuatro meses de este año, 4 mil 985 chinos entraron al país ilegalmente. Tan sólo el mes pasado, 31 ciudadanos chinos fueron encontrados alojándose en un condominio en Melgar, población turística situada a unos 100 kilómetros al oeste de Bogotá; 101 fueron encontrados en Zipaquirá, a unos 35 kilómetros al norte de Bogotá, y otros 19 en Cali.
La mayoría de estos inmigrantes entraron al país de forma ilegal; sin embargo, esto no constituye un delito penal, sino que acarrea multas y, en el peor de los casos, la deportación. Por este motivo, todos los capturados fueron puestos en libertad.
La cantidad exorbitante de chinos hallados a lo largo y ancho del país alertó a las autoridades que están más interesadas en capturar a los cabecillas de una posible red de tráfico ilegal que a los emigrantes que las utilizan.
“La mayoría son desempleados de entre 17 y 40 años”, explicó una fuente del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) que se ocupa, entre otros asuntos, de la inmigración en Colombia.
“La entrada masiva es por bandas organizadas que le cobran a cada uno entre 30 o 50 mil dólares para llevarlos ilegalmente a Estados Unidos y Canadá a través de Centroamérica”. La declaración del funcionario se sustenta no sólo en las informaciones recabadas en Colombia sino en el hecho de que otros grupos de chinos han sido capturados recientemente en varios países centroamericanos y la mayoría provenían de Colombia.
A principios de mayo fueron encontrados en Nicaragua 20 hombres y seis mujeres oriundos de China que habían llegado a Bogotá el 13 de abril vía aérea y luego fueron trasladados por mar hasta el país centroamericano. Según declaró la policía nicaragüense a los medios de comunicación, el destino final de los emigrantes era Estados Unidos. A finales del mismo mes, otros 35 chinos sin documentos fueron detenidos en la costa pacífica de Panamá; las autoridades establecieron que habían efectuado la travesía marítima desde Colombia.
El país andino se convirtió en el “coladero” de ciudadanos chinos hacia EU desde que dejó de exigir visado de turista a los oriundos de dicho país con el fin de estrechar los lazos comerciales. Ante las recientes detenciones, la Cancillería colombiana decidió reestablecer el requisito a partir del 4 mayo. Desde entonces y hasta el 28 del mismo mes, han recibido apenas 30 solicitudes en el Consulado de Colombia en Pekín, de las cuales se aprobaron 22.
La Cancillería colombiana además tiene problemas con uno de sus cónsules en Ecuador, Gerardo Dorado, sobre quien recae una orden de captura solicitada por el propio fiscal general de Colombia, Mario Iguarán, que lo acusa de tráfico de emigrantes, falsedad en documento y fraude procesal, según confirmó una fuente del organismo a EL UNIVERSAL, pues entre febrero y octubre de 2005 Dorado estuvo expidiendo visas a ciudadanos chinos de forma irregular.
Tanto las autoridades como la Cancillería esperan que con las medidas tomadas Colombia deje de ser el trampolín latinoamericano a EU.
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