VIZCAYA
El éxito escolar de los niños gitanos sube del 15% al 50% en los últimos ocho años
La mitad de los 2.000 estudiantes menores de 16 años pasa de curso El viceconsejero de Educación aboga por «eliminar los estereotipos»
El Correo, , 22-06-2007Pocas cosas han cambiado tanto en los últimos ocho años como la situación de los niños gitanos en la escuela. Según los datos de la Asociación Kale Dor Kayiko, en estos momentos el 50% de los 2.000 menores de esta etnia que cursan estudios obligatorios en Vizcaya consiguen pasar de curso. El índice de fracaso escolar sigue siendo preocupante, pero mucho menos que en 1999, cuando sólo conseguían promocionar el 15%. De seguir esa progresión, y teniendo en cuenta «el efecto multiplicador», es decir, el ejemplo que representan los jóvenes que estudian ahora para los futuros alumnos, «quizás dentro de 15 años ya no hablemos de fracaso escolar gitano», vaticina Oskar Vizarraga, vicepresidente de Kale Dor Kayiko.
Pero también hay una parte de la botella medio vacía, y ese vacío está en los últimos cursos de la enseñanza obligatoria. Los alumnos «suelen pinchar en el segundo ciclo de Secundaria. Con 14 y 15 años les empieza a absorber su propia cultura: el chaval se va a trabajar con el padre, la chica con la madre… Es ahí donde debemos mejorar», reconoce Vizarraga. De hecho, este curso, menos de 20 alumnos gitanos han conseguido terminar la ESO con todas las asignaturas aprobadas. «Pero no es eso lo importante», ataja el vicepresidente de la asociación para huir de percepciones negativas. «Lo realmente relevante es que ahora hay chavales que llegan hasta ahí, e incluso que siguen estudiando titulaciones de grado medio y hasta de grado superior». Hasta llegan a la Universidad, aunque son casos muy puntuales.
El otro aspecto recurrente a la hora de hablar de educación y gitanos es el referente al absentismo escolar. Según Vizarraga, eso «ya no es un problema y sólo ocurre en barrios muy marginales donde la situación afecta tanto a payos como a gitanos». Otra cosa es la asistencia regular a clase. La propia cultura caló y sus tradiciones hacen complicada mantener una regularidad férrea, «sobre todo con los compromisos familiares: si hay una boda, o una defunción, y la familia se va una semana, por ejemplo a Burgos». Para atajar semejantes situaciones habría que convencer a las familias de que «los chicos que estudien no estuviesen tantos días fuera y, por otro, que los profesores no interpretasen la ausencia como desinterés».
«Orgullo»
Pero ayer fue día de aspectos positivos. Por octavo año consecutivo, Kale Dor Kayiko entregó sus premios a los alumnos gitanos más destacados de Vizcaya para manifestarles el «orgullo que suponen para su pueblo». Medio centenar de jóvenes de Primaria, Secundaria y Bachillerato pasaron por el Auditorio de la Universidad de Deusto para recibir el reconocimiento de los suyos. También del Gobierno vasco, representado por el viceconsejero de Educación, Pedro María Otxoa, quien abogó por «eliminar los estereotipos que vinculan al pueblo gitano con la marginación» y asumir que «forma parte del pueblo vasco». Palabras corroboradas por el diputado de Acción Social, Juan María Aburto.
La ausencia de adultos entre los presentes era notable, lo que llevó al Tío Manuel, presidente de Kale Dor Kayiko, a pedir que «el año que viene los padres dejen el mercadillo por un día y vengan aquí». Respecto a la naturaleza del acto, reconoció ante sus «primos y primas» que «a lo mejor no tendría que ser premiado» el hecho de estudiar porque «debería ser lo normal. Pero esto no fue así entre nosotros hasta hace poco, y por eso premiamos a los gitanos del mañana, la piedra que ponemos para integrarnos en la sociedad vasca apostando por la educación y la convivencia».
Kale Dor Kayiko trabaja desde hace 18 años en el apoyo a escolares gitanos. Atiende en Vizcaya a mil niños tanto en lo referente a apoyo educativo, para lo que se vale de 20 educadores, como en asistir a sus familias para evitar que los saquen de la escuela.
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