El juez retira la tutela de la menor de Valls pero no la de sus hermanos

El Mundo, 22-06-2007

La titular del juzgado de primera instancia e Instrucción número 3 de Valls retiró ayer la custodia a los padres de la niña de 10 años de Valls maltratada presuntamente por su madre, pero negó hacer extensiva esta medida a los otros dos hijos menores.


La magistrada Susana Calvo tomó declaración ayer al padre y a la madre de la menor, Abelelah E.H. y Rabia C., ambos de origen magrebí, en calidad de imputados por un delito de malos tratos en el ámbito familiar, así como a la menor, supuestamente víctima de las agresiones. También prestaron declaración la doctora que atendió a la niña en el Hospital Pius de Valls, la maestra de la menor, que denunció las lesiones y los dos asistentes sociales que recibieron la denuncia de la profesora. Tras finalizar estos trámites, la juez dictó un auto en el que retira a los padres la custodia de su hija menor y decreta que los servicios sociales hagan un control diario respecto a los otros dos hijos menores del matrimonio.


La Dirección General de Atención a la Infancia de la Generalitat (DGAIA) ya adoptó el miércoles esta medida cautelar después de que la dirección de la escuela a la que asiste la menor decidiera llevarla al hospital alertada por las lesiones que presentaba.


La titular del juzgado de Valls también ordenó la retirada de los pasaportes de los tres hijos del matrimonio, aunque no aceptó que la retirada de la tutela se hiciera extensiva a los dos hermanos menores, tal y como solicitaba el Ministerio Fiscal, «ya que lo que no puede hacerse en caso alguno es una criminalización extensiva de la situación» de esta familia.


«De lo actuado existen indicios suficientes para afirmar que la niña ha sufrido maltrato por parte de su progenitora», añade la juez, que apunta que, sin embargo, «no existen respecto de los menores R. y M. ningún indicio de agresión paterna o materna».


Esta afirmación se basa en el examen médico forense realizado a los niños, donde consta que uno de los menores es «diabético y que se encuentra perfectamente atendido por sus progenitores», así como a la manifestación de la víctima, según la cual ni su madre ni su padre han agredido nunca a sus hermanos.

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