WASHINGTON. - Los estadounidenses se benefician en promedio del trabajo de los inmigrantes, que tiende a complementar sin sustituir al de los nativos, afirmó un reporte del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca.

“Nuestra revisión de investigación económica encuentra que los inmigrantes no sólo ayudan a alimentar el crecimiento económico de la nación, sino también tienen un efecto positivo general sobre el ingreso de los trabajadores nacidos aquí”, precisó Edward P. Lazear, presidente del Consejo.

El reporte consideró que en el largo plazo los inmigrantes tienen “probablemente” una influencia “modesta” pero “positiva” y los inmigrantes capacitados pueden ser especialmente beneficiosos para los nacidos en Estados Unidos. En ese marco, subrayó que evaluar el impacto económico de la inmigración es muy complicado pero precisó que los inmigrantes, sin distinguir entre legales o indocumentados, forman el 15% de la fuerza laboral estadounidense “y aun mayores porcentajes en ocupaciones como construcción, servicios de alimentación y cuidado de salud”.

El texto apuntó además que un 40% de los científicos que trabajan en este país nacieron en el exterior.

El documento fue publicado por la Casa Blanca mientras el Senado se prepara a reanudar el debate sobre una reforma migratoria, probablemente el próximo martes de acuerdo con el senador Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en esa cámara.

Reid había dicho que el debate suspendido hace dos semanas se reanudaría con un voto de procedimiento el viernes, pero ayer indicó que ante la dureza del debate sobre una propuesta ley de energía probablemente no se reanudará sino hasta el martes.

Mientras tanto, según una encuesta divulgada ayer, más de la mitad de los estadounidenses rechaza la reforma migratoria que debate el Senado, y la mayoría desaprueba el manejo del Congreso y del gobierno de George W. Bush sobre el problema de la inmigración ilegal.

El sondeo, realizado conjuntamente por la agencia de noticias UPI y la empresa Zogby entre 8 mil 300 adultos, indicó que sólo el 38% de los entrevistados tiene una opinión favorable del proyecto de ley que busca legalizar a la población indocumentada en el país.

El 64% de los entrevistados prefiere una reforma migratoria con mayores restricciones, mientras que sólo 26% apoyaría una mayor apertura de las fronteras o una flexibilización de las leyes de inmigración; 29% que pide un incremento en la seguridad fronteriza.

En este marco, el presidente George W. Bush se pronunció firmemente en contra de una iniciativa bipartidista de los senadores Charles Grassley y Barack Obama para hacer que el proyecto de reforma migratoria sea menos estricto con los empleadores, informó la Casa Blanca. (Con información de agencias)

WASHINGTON. – Los estadounidenses se benefician en promedio del trabajo de los inmigrantes, que tiende a complementar sin sustituir al de los nativos, afirmó un reporte del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca.

“Nuestra revisión de investigación económica encuentra que los inmigrantes no sólo ayudan a alimentar el crecimiento económico de la nación, sino también tienen un efecto positivo general sobre el ingreso de los trabajadores nacidos aquí”, precisó Edward P. Lazear, presidente del Consejo.

El reporte consideró que en el largo plazo los inmigrantes tienen “probablemente” una influencia “modesta” pero “positiva” y los inmigrantes capacitados pueden ser especialmente beneficiosos para los nacidos en Estados Unidos. En ese marco, subrayó que evaluar el impacto económico de la inmigración es muy complicado pero precisó que los inmigrantes, sin distinguir entre legales o indocumentados, forman el 15% de la fuerza laboral estadounidense “y aun mayores porcentajes en ocupaciones como construcción, servicios de alimentación y cuidado de salud”.

El texto apuntó además que un 40% de los científicos que trabajan en este país nacieron en el exterior.

El documento fue publicado por la Casa Blanca mientras el Senado se prepara a reanudar el debate sobre una reforma migratoria, probablemente el próximo martes de acuerdo con el senador Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en esa cámara.

Reid había dicho que el debate suspendido hace dos semanas se reanudaría con un voto de procedimiento el viernes, pero ayer indicó que ante la dureza del debate sobre una propuesta ley de energía probablemente no se reanudará sino hasta el martes.

Mientras tanto, según una encuesta divulgada ayer, más de la mitad de los estadounidenses rechaza la reforma migratoria que debate el Senado, y la mayoría desaprueba el manejo del Congreso y del gobierno de George W. Bush sobre el problema de la inmigración ilegal.

El sondeo, realizado conjuntamente por la agencia de noticias UPI y la empresa Zogby entre 8 mil 300 adultos, indicó que sólo el 38% de los entrevistados tiene una opinión favorable del proyecto de ley que busca legalizar a la población indocumentada en el país.

El 64% de los entrevistados prefiere una reforma migratoria con mayores restricciones, mientras que sólo 26% apoyaría una mayor apertura de las fronteras o una flexibilización de las leyes de inmigración; 29% que pide un incremento en la seguridad fronteriza.

En este marco, el presidente George W. Bush se pronunció firmemente en contra de una iniciativa bipartidista de los senadores Charles Grassley y Barack Obama para hacer que el proyecto de reforma migratoria sea menos estricto con los empleadores, informó la Casa Blanca. (Con información de agencias)