Varias organizaciones hispanas manifestaron su oposición al proyecto de reforma de las leyes de inmigración que debate actualmente el Senado estadounidense, y sacaron a la luz divisiones en la minoría más importante del país y la que cuenta con más indocumentados.

Tal como está actualmente, ese proyecto de ley es inaceptable, afirmó Gabriela Lemus, directora ejecutiva del Consejo Laboral para el Progreso Latinoamericano (LCLAA), en una conferencia de prensa telefónica, con otras cuatro organizaciones, entre ellas la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), la organización latina más antigua.

Nuestra opinión es que esta ley sería un paso atrás para la comunidad inmigrante de hoy y del futuro, añadió Ángela Sanbrano, presidenta de la Alianza Nacional de Latinoamericanos y Caribeños (NALACC), en momentos en que el Senado debe reanudar el debate sobre la reforma migratoria. Organizaciones como LULAC se oponen a la reforma por dos principales motivos: no permite la reunificación familiar y prevé la creación de un sistema de contratos temporales que no puede funcionar, al no incluir una vía hacia la residencia para sus beneficiarios.

Otras organizaciones como el Consejo Nacional de la Raza, la organización hispana de cabildeo más importante en Washington, no rechazaron tan frontalmente la reforma y abogó por mejorarla.