Legisladores republicanos presentaron el pasado martes el plan Fronteras Seguras, una propuesta que prohíbe la legalización de indocumentados en Estados Unidos, en contraposición al proyecto que está a la espera de su discusión en el Senado.

La propuesta hace del inglés el idioma oficial del país, aumenta en al menos 1,306 el número de agentes fronterizos e incrementa la cifra de camas en los centros de detención de inmigrantes para fines del año fiscal 2007.

Además, exige la construcción de un muro a lo largo de unos 1,100 km en la frontera con México, la aplicación total del programa US Visit, sobre registro de entradas y salidas de todo extranjero, y la revisión de la situación legal de los trabajadores.

La iniciativa presentada por los legisladores republicanos Peter King y Lamar Smith es un endurecimiento migratorio sin amnistía para los casi 12 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.

Lo primero y más importante es que debemos recuperar el control de nuestras fronteras, y el proyecto del Senado falla en hacerlo, dijo King al reiterar su rechazo a la propuesta de legalización de indocumentados que analiza el Senado.

Los republicanos presentaron también una resolución en la que detallan las fallas del gobierno del presidente George W. Bush y sus predecesores en la aplicación de las leyes de migración.