Agentes de la Policía Nacional han detenido en la ciudad a dos hombres, de 23 y 25 años, como presuntos autores de un delito de tráfico de estupefacientes, al haberles sido intervenidas un total de nueve bolas de hachís ocultas entre sus ropas y haber detectado que uno de ellos llevaba varias cápsulas más alojadas en el intestino.

La Jefatura Superior de Policía de Murcia informó ayer de que tras la detención de los hombres, de nacionalidad marroquí, los agentes sospecharon que podrían ser culeros o traficantes – distribuidores que introducen hachís de Marruecos en España mediante la ingesta de bolas de esta droga, que expulsan por vía anal una vez cruzada la frontera.

Ante la sospecha policial, los detenidos, a los que se había intervenido varias bellotas de hachís camufladas entre la ropa y 585 euros en metálico, fueron trasladados al hospital Rafael Méndez para ser sometidos, tras solicitar la oportuna autorización judicial, a un examen radiológico.

La prueba de rayos permitió determinar que uno de los detenidos aún tenía cápsulas de droga alojadas en el intestino, por lo que quedó en observación y bajo custodia policial en el centro hospitalario a la espera de la evacuación total de la sustancia estupefaciente, aunque el juez ya ha dictado contra él y contra el otro narcotraficante prisión preventiva.

La actuación policial es independiente de otro caso similar detectado días antes, en el que un culero, un hombre marroquí de 43 años, acudió directamente al servicio de urgencias del hospital aquejado de una oclusión intestinal muy grave al llevar en el intestino 80 cápsulas de hachís, que le fueron extraídas en una intervención quirúrgica.

La coincidencia temporal de ambos casos ha hecho que las actuaciones policiales, preventivas y de investigación, hayan sido incrementadas para detectar la presencia esporádica de este tipo de traficantes – distribuidores, que suelen permanecer en España el menor tiempo posible para cumplimentar la entrega de la droga.