La Guardia Civil ha detenido hasta el momento a una treintena de individuos en Cataluña, Alicante y Murcia como miembros de una estructura criminal dedicada a hacerse pasar por policías y a robar a sus víctimas – normalmente turistas extranjeros – junto a las autopistas. Alrededor de veinte arrestos se han producido en Cataluña, mientras que en la zona de Levante han sido detenidas al menos ocho personas. Se trata de una red compuesta por ciudadanos paquistaníes e iraníes con parentesco familiar entre la mayoría de ellos. Su modus operandi consistía en dar el alto a vehículos en las autopistas o detenerlos a la entrada o salida de las zonas de descanso haciéndose pasar por policías. Para ello solían usar placas falsas. Cuando habían logrado que los ocupantes descendiesen del coche, los ladrones se llevaban los objetos de valor y el dinero que encontraban en su interior.

La operación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones, aunque sólo en las localidades de Calella y Santa Susanna (Barcelona), la Guardia Civil detuvo ayer a una docena de personas, que se alojaban con sus familias en varios cámpings. Según fuentes cercanas a la investigación, los integrantes de la banda pasaban sólo unos días en cada zona y vivían de los robos. La estructura desmantelada en Cataluña se estaba desplegando por la zona más próxima a la frontera con Francia con el objeto de interceptar turistas europeos al poco de introducirse por carretera en España. Las provincias levantinas afectadas en la operación son Alicante y Murcia. Tenían por norma, tras instalarse en un territorio, circular por las autopistas en busca de objetivos, normalmente turistas extranjeros.