LA RIOJA

El acusado de violar a sus hijas y agredir a su familia durante 27 años niega los hechos

El fiscal precisa que sometió a su mujer «a todo tipo de agresiones y vejaciones», maltrató a sus hijos y abusó periódicamente de las niñas desde su infancia Solicita la imposición de una pena de 44 años y seis meses, la acusación particular eleva la petición a los 50 y la defensa aboga por una condena de dos años

El Correo, J. C. P., 21-06-2007

La Audiencia Provincial de Logroño celebró ayer, a puerta cerrada, la primera parte de la vista oral del proceso contra un acusado de maltratar a su familia, mujer y seis hijos, durante 27 años y abusar sexualmente de sus tres hijas. El acusado, un hombre de etnia gitana de 46 años, negó todos los cargos imputados.

El fiscal solicita una pena de 44 años y medio de cárcel, la mayor petición formulada por la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR) en las últimas décadas. Considera al procesado autor de los delitos de violencia doméstica habitual, lesiones dolosas, agresión sexual, abuso sexual y amenazas.

La acusación particular, que representa a la madre y a las tres hijas, eleva la petición a cincuenta años por los mismos delitos. La defensa sólo admite uno de lesiones y propone la imposición de una pena de dos años.

Las agresiones, precisa el texto de acusación, empezaron en 1978, cuando el acusado contrajo matrimonio. Desde ese momento y durante 27 años, su mujer sufrió «todo tipo de agresiones y vejaciones». En palabras del fiscal, «fue empujada, arrastrada, abofeteada, escupida, sufrió estirones de pelo, pellizcos, arañazos y sacudidas, intentos de estrangulamiento» y amenazas.

«No eres una mujer, no vales para nada» y «burra asmática», siempre según el fiscal, eran algunas de las expresiones habituales que el acusado le dirigía. Las agresiones más graves se sucedían con una frecuencia semanal. No obstante, «eran diarias con uno u otro de los miembros de la familia».

Sus tres hijos han sido, apunta, «objeto de agresiones tanto físicas como psicológicas a lo largo de toda su vida y cada día golpeaba a alguno». Sus tres hijas han sido «sometidas a golpes como el resto de la familia» y, consideradas «una propiedad», padecieron aislamiento social y continuos abusos sexuales.

En el caso de la mayor, apunta el Ministerio Público, los tocamiento comenzaron a los tres o cuatro años. Cuando cumplió los ocho, fue violada por primera vez. Las relaciones sexuales completas se repitieron semanalmente durante años. La segunda de las niñas sufrió abusos y la más pequeña, que actualmente es una menor, fue reiteradamente violada entre los siete y los doce años.

A finales de 2005, la mujer, tras una nueva paliza en la que perdió dos incisivos, se separó del acusado con el respaldo del consejo gitano y se trasladó, con sus hijas, a otra vivienda. Las cuatro declararon ayer a través de un sistema de videoconferencia. La vista oral se reanuda hoy y contará con el testimonio de los tres hijos.

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