Hay cinco colombianos arrestados tras año y medio de investigaciones. Estaban implicados en dos tiroteos en el distrito de Retiro en los que atracaron a unos narcotraficantes Después de largos meses de investigación, la Policía ha cerrado un caso con cinco detenidos. Todos son narcotraficantes colombianos muy peligrosos, especializados en lo que se conoce como el volteo, es decir, en atracar a otros traficantes de drogas.

El pasado 22 de marzo se estrechó el cerco sobre los sospechosos. Hubo un tiroteo en un portal de la calle Sainz de Baranda, en el distrito de Retiro. Los agentes del grupo de Policía Judicial de la comisaría del distrito ya estaban siguiéndoles la pista desde hace tiempo.

Aquel 22 de marzo, el portal estaba lleno de sangre y casquillos de bala. Las evidencias demostraban que alguien había salido mal parado del tiroteo, a juzgar por la cantidad de sangre que había en el suelo y las alfombras de la entrada de la casa. Sin embargo, el herido o los heridos se dieron a la fuga y no aparecieron nunca.

Los narcos llevaban un tiempo cometiendo este tipo de delitos. Por lo general, aprovechaban pisos de compatriotas suyos limpios de antecedentes pero con una mala situación económica o sin papeles, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía.

Después les pedían que se ausentaran de su domicilio unos días, y ellos concertaban la transacción de droga. El kilo de cocaína se vende a 60.000 euros y lo habitual es vender dos. Cuando el comprador llegaba al piso con el dinero, le recibían a balazos o simplemente le robaban y no le daban la droga.

El problema que se encontraron los cinco detenidos por los agentes de Retiro es que concertaron una cita con otros traficantes también dedicados al volteo.

Al llegar al portal con intención de atracarse unos a otros se reconocieron y la emprendieron a tiros sin más. Los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) Central estaban tras la pista de los otros colombianos, y los detuvieron hace unas semanas por robar a comerciantes chinos, entre otros delitos. Los cinco arrestados la semana pasada estaban implicados en otro suceso muy parecido al de Sainz de Baranda, que ocurrió el 21 de octubre de 2005 en la calle del Doce de Octubre. Aquel día avisaron a la Policía de que dos hombres y una mujer habían salido corriendo tras efectuar varios disparos dentro de un piso. La Policía y el Samur estuvieron buscando a las tres personas durante horas, pero ese día no dieron con ellos.

Las investigaciones para dar con esta banda han durado más de año y medio. Es muy difícil localizar a los culpables de estos delitos, porque como sus víctimas son traficantes de drogas no denuncian. Además, los heridos en ambos tiroteos no aparecieron ni en los hospitales, por lo que había muy pocas pistas.

Extraditado

Todos los detenidos en esta operación habían estado en la cárcel en Colombia. El jefe del grupo era John Jairo, que ha estado detenido en nueve ocasiones por robos con violencia e intimidación, tenencia de armas, amenazas, tráfico de drogas y allanamiento de morada; tenía vigentes dos órdenes de ingreso en prisión.

Su hermano Edgar Fredy tiene siete antecedentes y estuvo ingresado en Soto del Real, pero le conmutaron la condena por la expulsión de España. Cuatro meses después regresó con un pasaporte de Venezuela que le costó 5.000 euros.

Hace pocos días, le detuvo la Policía Municipal por un delito contra la seguridad del tráfico, pero su pasaporte estaba tan bien falsificado que consiguió engañarles. Edgar Fredy era el lugarteniente y el que se encargaba de negociar con las futuras víctimas.

En la banda había una mujer: Ana Julia, la pareja de John Jairo, que ya ha estado detenida por infracción a la Ley de Extranjería y reclamación judicial. Además han arrestado a Juan Carlos M., con 10 antecedentes; y a José O., detenido dos veces con anterioridad.

PLANEABAN SUS GOLPES DESDE COLOMBIA

La labor de Edgar Fredy, uno de los cinco volteadores detenidos por la Policía Judicial del distrito de Retiro, era concertar citas con sus víctimas. Para ello solía llamar a Colombia y planificarlo todo a través de su país. A veces, esta banda también se dedicaba a atracar a ancianos en sus casas. Cuando concertaban citas para voltear a otros narcos eran muy violentos. Les daban palizas para que confesaran dónde tenían el dinero, les aplicaban descargas eléctricas y los ataban a sillas con cinta americana. Los agentes también se han incautado de numerosas armas blancas, pistolas de fogueo y otras de munición real, además de los pasamontañas que utilizaban en sus golpes. Se ha esclarecido al menos media docena de delitos cometidos en Madrid, Valencia y Barcelona. Fueron arrestados la semana pasada en Canillas, cuando estaban a punto de ‘voltear’ de nuevo a unos narcotraficantes.