«Las fobias también explican la Historia»

El Mundo, PEDRO G. CUARTANGO, 21-06-2007

Niall Ferguson presenta en España ‘La guerra del mundo’, el relato del ascenso del totalitarismo en el siglo XX «No siempre la Historia se explica en términos económicos y sociales. En ocasiones, es mucho más importante la psicología individual. Churchill conectó con el pueblo británico cuando elevó su voz contra la política de apaciguamiento de Neville Chamberlain, que era un aristócrata y se movía por motivaciones económicas». Así se expresa el historiador escocés Niall Ferguson, nacido en Glasgow hace 44 años, que acaba de publicar en España La guerra del mundo en la editorial Debate.


El libro supone una reflexión sobre la Historia de Europa desde comienzos de siglo hasta la muerte de Stalin en 1953. Ferguson resalta la paradoja de ese periodo: la etapa de mayor avance científico y tecnológico ha sido también la de mayor destrucción en la historia de la Humanidad. Más de 60 millones de personas perdieron la vida en la Segunda Guerra Mundial.


Ferguson no cree que el ascenso de los totalitarismos en los años 20 y 30 vaya ligado a la crisis económica o a las consecuencias del Pacto de Versalles, sino que recurre a la implosión de los viejos imperios europeos para explicar la emergencia de líderes como Hitler y Stalin y el baño de sangre que sufrió Europa durante las dos guerras mundiales.


«Es evidente que no existen diferencias entre las razas en términos biológicos, pero la creencia de muchos alemanes de que pertenecían a una etnia elegida y superior fue decisiva para explicar la llegada al poder de Hitler. Los prejuicios y las fobias pueden ser decisivos a la hora de explicar los grandes acontecimientos», asegura Niall Ferguson, que se define como un hombre curioso que buscar la verdad tras las engañosas apariencias.


La guerra del mundo es la tercera gran obra de Niall Ferguson, que provocó una gran polémica en Estados Unidos con Colossus, libro en que sostiene la tesis de que la gran potencia no está a la altura de sus responsabilidades imperiales. Colossus fue escrito después de Empire (Imperio), en el que defiende el legado y la influencia del Imperio Británico.


«Mi libro generó una gran polémica en EEUU porque los americanos me consideraban demasiado crítico. Creo que fue, en buena medida, un libro profético sobre todo lo que iba a ocurrir después», señala.


Ferguson, que da clases en la Universidad de Harvard, es muy crítico con Bush, al que define como «un tipo inteligente» pero muy mal asesorado por su entorno. «Creo que la intervención en Irak estaba justificada. Pero hubo un gran error de planificación porque nadie se preocupó de hacer planes para el día después de la victoria», señala.


«Paul Bremer leyó un manual de cómo debía administrar un país ocupado y luego hizo exactamente lo contrario. EEUU cometió fallos garrafales en Irak y Bush se dejó aconsejar por Cheney y por Rumsfeld, que no fueron nada ecuánimes», opina.


«EEUU no puede hoy abandonar Irak a su suerte, por lo que no hay que descartar que sus soldados tengan que seguir allí por muchos años, tal vez décadas. Si se fuesen ahora, se produciría una guerra civil con decenas de miles de muertos. El gran ganador de la intervención ha sido Irán, que se perfila como la potencia dominante en la zona», afirma.


Ferguson, casado y con dos hijos, que simultanea su vida en EEUU con su dedicación a una granja en Inglaterra, también se muestra muy crítico con el discurso de Kagan, Fukuyama y los teóricos neoconservadores, a los que acusa de una visión simplista de las relaciones internacionales.


Interrogado sobre el nacionalismo escocés, Ferguson afirma que es escéptico sobre su futuro. «En cierta forma, el nacionalismo escocés es una manera de sacar dinero a Londres. Pero los escoceses hablan en inglés, leen periódicos británicos y comparten la misma cultura y los mismos valores. La única diferencia es la religión, como sucede en Irlanda. Pero no creo que líderes como Alex Salmond puedan tener éxito a largo plazo si su objetivo es la independencia».


Ferguson predice que Gordon Brown derrotará a David Cameron en las próximas elecciones británicas «porque conecta mucho más con la clase obrera y con sus inquietudes. Cameron es demasiado refinado y su posición no es clara en materia de inmigración».


«Creo que la inmigración incontrolada es el mayor problema que tiene Gran Bretaña y veo signos de que los laboristas están tomando conciencia de ello. Hace unos días, un viejo dirigente del Labour [Partido Laborista] decía que los británicos deberían tener preferencia sobre los inmigrantes a la hora de optar por una vivienda pública. Este punto de vista, políticamente incorrecto, hubiera sido impensable hace pocos años. Pero las cosas están cambiando. El asunto de la inmigración será clave en las elecciones. Se lo aseguro», concluye Ferguson, que asegura sentirse fascinado por el buen vino y la comida española y nuestra vida nocturna.

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