Un 31% de los inmigrados que regentan un comercio tiene carrera universitaria
La Vanguardia, , 20-06-2007ELENA CASTELLS – BARCELONA
Un 15,5% de las tiendas de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera son de comerciantes venidos de fuera; en el Raval, un 33,5%
Regentan pequeñas tiendas de alimentación, locutorios, restaurantes, establecimientos de recuerdos, peluquerías… y lo hacen para ganarse la vida en su ciudad de acogida, lejos de su país. Un 31% de los inmigrados que se han convertido en comerciantes a su llegada a Barcelona cuenta con una carrera universitaria, frente a un escaso 3% que afirma no tener ningún tipo de estudio. Es uno de los datos que se desprenden de una encuesta realizada a los botiguers inmigrados en el Raval y en Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, dos de los barrios que más inmigración reciben.
Con el objetivo de romper estereotipos y presentar al comerciante venido de fuera como uno más y no como una amenaza, los ejes comerciales de ambos barrios, junto con la Fundació Tot Raval, organizan a partir de mañana unas jornadas sobre comercio e inmigración. De la encuesta, que se dará a conocer en estos talleres, también destaca que un 57% de los entrevistados ha llegado a Barcelona después del año 2000 y lo ha hecho acompañado por su familia más directa.
En Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, un 15,5% del comercio lo regentan inmigrados. Las nacionalidades mayoritarias son Marruecos, Italia, Francia, República Dominicana y China. “Sorprende que la segunda nacionalidad sea la italiana, ya que la gente tiende a creer que hay más inmigrados de países de África o Asia que de la misma Europa”, explica Xavier Andreu, presidente del Eix Comercial BCN de Palau a Palau. “Quizás el hecho de que muchos comerciantes extranjeros sean comunitarios explica que un 30% asegure que volverá a su país, muy por encima del 13% del Raval”, añade. Precisamente en el Raval el 33,5% de los comerciantes son inmigrados y un 76% de ellos afirma que no tiene intención de volver a su país. Las nacionalidades mayoritarias en el barrio: Pakistán, Filipinas, Marruecos y Bangladesh.
Otro aspecto significativo que revela la encuesta es que “la clientela mayoritaria de estos comercios es española, lo que demuestra que se trata de tiendas generalistas y no coétnicas especializadas únicamente en una comunidad”, prosigue Núria Paricio, directora gerente de la Fundació Tot Raval. En su opinión, son muchos los inmigrados que en primera opción abren un establecimiento destinado únicamente a su comunidad, como carnicerías, y con el paso de los años se modernizan y se abren al resto de la ciudad. “Sobre todo, las segundas generaciones de los venidos de fuera son las que se integran con mayor rapidez en el tejido social y comercial establecido aquí”, sostiene.
La Fundació Tot Raval entiende que es un buen momento para reflexionar sobre el fenómeno migratorio y su repercusión en el comercio. Las primeras jornadas europeas Comerç i Cohesió Social abordarán – entre el jueves y el viernes- los retos del comercio urbano como motor de desarrollo social y económico. Diferentes ponentes hablarán de experiencias de integración en otras ciudades de Europa, y representantes de la sociedad civil y de las administraciones debatirán estrategias de futuro.
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