bilbao. “Estamos ante una auténtica situación de crisis del derecho de asilo”. Así lo concluyó ayer el presidente de la Comisión de Ayuda al Refugiado en Euskadi, Javier Galparsoro, a la vista de los datos registrados en 2006. Un año en el que sólo prosperaron cuatro de las ochenta solicitudes de asilo presentadas en la Comunidad Autónoma Vasca y en el que los resultados obtenidos en el Estados español y la Unión Europea son “absolutamente decepcionantes”.

Según informaron los responsables de CEAR-Euskadi, con motivo de la celebración del Día Mundial de las Personas Refugiadas, su organización tramitó el año pasado 78 solicitudes de asilo, de las que 76 se presentaron en Bizkaia, una en Araba y otra en Gipuzkoa.

Tal y como explicaron, sólo a cuatro de las 78 personas que lo demandaron se les reconoció el estatuto de refugiado, en concreto, a tres hombres de Colombia, Cuba y Rusia y a una mujer de Cuba. A otras cinco personas se les concedió el estatuto por motivos humanitarios, cuatro hombres de Costa de Marfil y una mujer de Nigeria.

Los datos registrados en lo que va de año tampoco son nada halagüeños. De hecho, de las 27 solicitudes de asilo presentadas por CEAR-Euskadi hasta el mes de mayo, sólo una, correspondiente a una mujer de Irak, ha obtenido una respuesta positiva, mientras que a otras siete personas tres mujeres de Argelia y cuatro hombres de Costa de Marfil se les ha otorgado la protección complementaria. Para subrayar la trascendencia de estas cifras, la abogada del Área Jurídica de CEAR-Euskadi, Suniva Martínez, recordó que cuando el Estado español no reconoce a una persona como refugiada, ésta queda “en una situación de absoluta vulnerabilidad porque la denegación conlleva una orden de salida obligatoria” y “un retorno a la irregularidad administrativa tras un proceso de integración en el que es probable que haya estado trabajando y creando vínculos personales y afectivos”.

estado español Según denunció CEAR-Euskadi, en el Estado español “se mantiene la política de denegación del derecho de asilo”. No en vano de las 4.515 peticiones presentadas en 2006, sólo prosperaron 168 (3,72%), mientras que a 188 personas (4,16%) se les concedió la protección por razones humanitarias.

En la Unión Europea, por su parte, en diez años se ha producido un descenso de casi el 50% en las concesiones de asilo, pasando de 47.108 en 1995 a 25.000 en 2005. “Ofreciendo unos porcentajes tan bajísimos España y Europa no pueden hablar de una auténtica protección internacional en los términos que se fijaron en la Convención de Ginebra”, afirmó Galparsoro.

Ante “la crisis del derecho de asilo en España y la UE”, el presidente de CEAR-Euskadi reivindicó que no se exija a los refugiados que solicitan asilo la “prueba completa” de su persecución, ya que en muchas ocasiones les es imposible obtener toda la documentación, así como que se les garantice la “asistencia la letrada efectiva”, ya que “hay personas que no saben utilizar las palabras mágicas de soy un refugiado o demando la protección internacional del asilo”.