El Estado español necesita 180.000 inmigrantes para el funcionamiento de su economía
La economía española necesita 180.000 inmigrantes para que continúe su bien funcionamiento, según apuntó el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera hoy e Berlín en el marco de un simposio europeo sobre demanda de trabajo en Europa.
Deia, , 19-06-2007“Este año 2007 hemos establecido un cupo, un horizonte de 180.000 trabajadores que necesitamos para la economía nacional” dijo Caldera hoy en su intervención durante el simposio “Demanda de Trabajo en Europa: Cualificación de Trabajadores y Política de Migración” comenzado hoy en la capital de la presidencia de turno europea.
“A través de un sistema con acuerdo de los interlocutores sociales, empresarios y sindicatos, decidimos cuáles son los puestos de trabajo que no se cubren en España, que tienen difícil cobertura. Y una vez establecido ese catálogo de puestos de trabajo de difícil cobertura los ofrecemos al exterior para establecer los procedimientos de contratación en origen”, apuntó Caldera durante su intervención dentro del panel “Cualificaciones versus Migración Laboral Europea”, en el que también tomaron parte el vicecanciller alemán Müntefering, el secretario de Estado lituano de Protección Social y Trabajo, Rimantas Kairelis, y el comisario europeo Vladimír Spidla. El secretario general adjunto de la OCDE, Aart Jan de Geus, y el director regional de la Organización Internacional del Trabajo para Europa y Asia Central, Friedrich Buttler fueron otras dos de las personalidades que tomaron parte en la mesa debate.
Por otra parte, Caldera también quiso destacar una creencia que “cada vez es menos cierta”, según palabras del ministro apuntando a la inmigración española como un sector de la población de alta cualificación. “Aunque se piensa que la economía española ocupa a inmigrantes de baja cualificación, esto cada vez es menos cierto. Cada vez es más importante el número de trabajadores cualificados que llegan al mercado nacional español”, apuntó.
“De los cuatro millones casi quinientas mil personas que han llegado, el 20% de los trabajadores tienen estudios primarios pero el 56% tienen formación equivalente a estudios secundarios o técnico profesionales” matizó. “Y un 22%, es decir casi uno de cada cuatro, han terminado sus estudios universitarios”.“Todas estas personas se forman en otros países y vienen a trabajar a nuestros países, de alguna manera estamos utilizando ciudadanos que han recibido una importante formación en sus países y que están llegando en estos momentos a España” afirmó.“En España la contratación de trabajadores extranjeros altamente cualificados se ha convertido en un factor productivo clave”.
Sobre el proceso de regulación de tal sector laboral extranjero, Caldera apuntó a la aprobación en España de “un sistema específico más rápido para regular la entrada a nuestro mercado laboral de los trabajadores altamente cualificados con el fin de evitar procesos burocráticos o retrasos”. “Hemos creado una unidad especial centralizada en el Ministerio de Asuntos Sociales y de Trabajo” informó.
A favor de la inmigración, Caldera dijo que “es un fenómeno positivo, además de universal en el espacio y en el tiempo. Nuestras sociedades van a seguir necesitando ciudadanos inmigrantes debido a la baja tasa de crecimiento demográfico que tenemos.”. “Pero hay que desarrollar sistemas que favorezcan la integración y que no perjudiquen tampoco a los países de origen de estos ciudadanos” añadió. En ese sentido el ministro defendió la “inmigración circular” que esta promoviendo la UE que permite a ambas partes tener beneficios del fenómeno migratorio.
Sobre la inmigración a corto plazo o circular, Caldera dijo que España “tiene un sistema que esta dando buenos resultados”, en referencia “al numero de estos puestos de trabajo que se ofrecen cada año y que son de actividad temporal”. “los trabajadores que llegan luego retornan a sus lugares de origen y de esa manera también mejoran su cualificación”, apuntó.
En otra línea a este respecto se expresó Münterfering, quien abogó por invertir en “el potencial humano ya residente en el país” haciendo referencia a los “8,3 millones de parados” que actualmente presenta la economía alemana. El ministro alemán de trabajo también destacó la importancia de no perjudicar a los países de origen provocando “huidas de cerebros” que puedan dignar las economías de aquellos países cuyas sociedades requieren mayor inversión humana y económica. Münterfering, en respuesta a pregunta también apuntó al todavía “pendiente debate” sobre qué prerrequisitos se han de exigir a la población extranjera para entrar en los mercados laborales de los países europeos.
Kairelis por su parte apuntó a la necesidad de monitorear los procesos de migraciones de cara a “poder prever las consecuencias del fenómeno en nuestras sociedades”. El ministro lituano también habló de la necesidad de “dialogar con los actores sociales” en lo que a política migratoria y de trabajo se refiere.
Desde la perspectiva europea, el comisario Spidla señaló la importancia de tener en cuenta la mano de obra extranjera como “elemento dinamizador” refiriendo a Caldera cuando éste indicó los efectos positivos que la inmigración tiene actualmente en la situación laboral de los españoles y españolas, “especialmente de las mujeres” ya que “los inmigrantes no quitan el trabajo”.
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