VITORIA. ELA, LAB, ESK y STEE – EILAS, por un lado, y CCOO, por otro, se concentraron ayer frente a la sede de la patronal alavesa SEA para pedir responsabilidades de la muerte de un obrero la semana pasada en Vitoria. El trabajador, de 27 años y de origen argelino, murió al precipitarse al suelo desde el quinto piso de un edificio de nueve alturas en construcción.

El fallecido era peón especialista, trabajaba desde hace seis meses y llevaba 45 días en este puesto, encargado de la limpieza de las plantas tras ser construidas.

Juan Luis España, responsable de la federación de construcción de CCOO, denunció que con este nuevo fallecimiento en la construcción, son ya cuatro los trabajadores muertos en Álava en lo que va de año. Señaló que la siniestralidad laboral “no es un pago que hay que hacer por tener una ciudad en crecimiento” y exigió a las empresas y a la Administración, que son los responsables de velar por la seguridad de los trabajadores, “que cumplan y haga cumplir la ley prevención de riesgos laborales ya”.

En cuanto a las cifras totales de siniestralidad laboral en Euskadi, el portavoz de CCOO aseguró que son 22 los fallecidos, aunque precisó, que las “cifras bailan” porque hay una contabilidad múltiple.

El responsable del área de Salud Laboral de ELA, Bernardo Ochoa, facilitó otras cifras de muertos: cerca de 35 en la CAV, de los cuales cinco en Álava, en lo que va de año.

Ochoa señaló que los contratos de trabajo que tienen los inmigrantes son “denunciables” y aseguró que las instituciones actúan de forma “pasiva y favoreciendo” a las empresas para que obtengan mayor beneficio, aunque pongan en peligro la vida de los trabajadores. Denunció que alguno de estos trabajadores “no pueden abrir la boca, porque pueden estar a los días de volver a su país de origen, sin carta de trabajo”.