INMIGRACIÓN
La policía desaloja a 400 inmigrantes del cauce tras las quejas vecinales
El grupo celebraba una fiesta con barbacoa y música junto al puente de Serranos
Las Provincias, , 19-06-2007El grupo celebraba una fiesta con barbacoa y música junto al puente de Serranos Los conflictos entre la policía y los inmigrantes que ocupan el cauce se están repitiendo cada semana, pero este fin de semana el enfrentamiento obligó a desalojar a 400 personas que estaban armando ruido hasta altas horas de la madrugada.
La tensión comenzó el sábado por la noche cuando los inmigrantes se juntaron como acostumbran a jugar al fútbol en los campos bajo el puente de Serranos.
Tras el partido, los inmigrantes organizaron una auténtica fiesta con música a todo volumen, el requetón como baile estrella y cenas bajo la luz de la luna, con hogueras y barbacoas donde realizaron sus tradicionales asados. En definitiva, una auténtica fiesta en plena ciudad donde hay una normativa que impide beber en la vía pública y generar ruido en la calle.
La fiesta era tal que la gente que pasaba por el puente de Serranos se quedaba en el pretil mirando cómo se lo pasaban y comentaban entre ellos. Es increíble que estén montando una fiesta sin cortarse ni un pelo y mientras nosotros no podamos ni beber una copa en la puerta de un bar, comentaba un joven a las 11 de la noche del sábado.
La policía intentó por las buenas que dejaran de montar la fiesta. Pero el domingo, los agentes tuvieron que actuar de nuevo tras recibir numerosas quejas de los vecinos.
Llamadas telefónicas
Cuatro patrullas del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de la Policía Local de Valencia acudieron al lugar para desalojar a las cerca de 400 personas que se encontraban de fiesta en los campos de fútbol. El reloj marcaba las once de la noche cuando los ocho agentes interrumpieron el jolgorio de los inmigrantes sudamericanos.
Minutos antes, en la sala del 092 se habían recibido varias llamadas telefónicas de vecinos de la zona que se quejaban del elevado volumen de los aparatos de música y de la diversión bulliciosa que no cesaba a lo largo de la noche.
Los policías fueron recibidos con algunos insultos, aunque finalmente los inmigrantes obedecieron a los agentes y abandonaron el lugar de forma paulatina. Entre las personas desalojadas se encontraban varios niños de corta edad que disfrutaban de la fiesta a esas horas intespectivas y en víspera de colegio. Algunos adultos también se encontraban con síntomas evidentes de embriaguez.
La Policía Local ha intentado que los inmigrantes se adapten a la normativa municipal valenciana y nacional y les han explicado las normas de convivencia por activa y por pasiva.
Los agentes repartieron folletos donde se les explicaba que estaba prohibido hacer barbacoas, miccionar en al calle, o cortarse el pelo. Prácticas que en sus países de origen lo hacían habitualmente. Sin embargo, los folletos no sirvieron de nada y hoy en día los inmigrantes siguen actuando con toda impunidad.
Los colectivos de inmigrantes aseguran que no hacen nada malo y los protagonistas de las fiestas se enfrentan a los policías y les acusan de ser racistas.
Una complicada situación que se repite fin tras fin de semana. En un principio era la reunión de amigos jugando un partido de fútbol, pero ahora se están transformando en auténticas fiestas hasta altas horas de la madrugada que los vecinos de las viviendas colindantes deben soportar fin tras fin de semana.
cfernandez@lasprovincias.es
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