Mas de ochocientos inmigrantes en concreto 863 han salvado la vida ante las costas africanas en los últimos 11 meses gracias a la solidaridad de los pesqueros españoles.

Sin embargo, una vez rescatados y en prácticamente todos los casos, han hecho falta días de intensas negociaciones diplomáticas para ver en qué países se hacía el desembarco y la posterior repatriación de los inmigrantes.

En concreto, desde julio del año pasado, seis embarcaciones con 863 inmigrantes a bordo han sido auxiliadas por barcos españoles frente a las costas africanas.

El primero de los cayucos fue avistado el 14 de julio del año pasado por el pesquero almeriense “Francisco y Catalina”, que rescató a los 51 inmigrantes la mayoría eritreos que iban en un cayuco a la deriva a 100 millas al sur de la isla mediterránea de Malta.

Malta denegó el permiso de desembarco y sólo ocho días después, tras intensas negociaciones entre España y la UE, se cerró un acuerdo de repatriación.

Ocho meses después, el pasado 2 de febrero, Salvamento Marítimo remolca al “Marine I”, un barco averiado con 369 indocumentados a bordo que había sido avistado a unas 500 millas de Canarias.

El desembarco se realizó diez días después en el cercano puerto de Nuadibú (Mauritania), tras arduas negociaciones entre los Gobiernos español y mauritano.

La mayoría de los ocupantes fueron repatriados a sus países de origen, principalmente a Pakistán, India y Guinea Conakry, aunque la espera fue larga para más de un centenar de ellos que permanecieron cerca de un mes y medio en un hangar del puerto a la espera de ser repatriados. Aún hoy, 23 permanecen en Mauritania, pese a las denuncias de varias ONG.

Dos meses después, el 22 de marzo, una patrullera italiana de la agencia europea para el control de fronteras exteriores (Frontex) intercepta al “Happy Day”, un barco norcoreano que se encuentra a unas 80 millas de Senegal y que lleva 300 inmigrantes a bordo.

El dispositivo fue puesto en marcha a raíz de una información suministrada por España, que realizó algunas gestiones diplomáticas para buscar una salida al problema.

Doce días permaneció el barco frente a las costas de Guinea Conakry, país del que zarpó el barco, hasta que finalmente aceptó el desembarco de los inmigrantes, originarios de India y Pakistán.

Un mes más tarde, el 23 de abril, el pesquero español “Segundo San Rafael” rescata a 91 inmigrantes, uno de ellos cadáver, que se encontraban en un cayuco a la deriva frente a las costas mauritanas.

El quinto salvamento se produjo el pasado 26 de mayo, cuando el remolcador catalán “Montfalcó” encontró a 26 inmigrantes de Costa de Marfil que viajaban en una patera que estaba a punto de naufragar, entre Libia y Malta.

El último salvamento por parte de un pesquero español fue el pasado miércoles, cuando el “Nuestra Señora de Loreto” rescató a 25 inmigrantes y un cadáver que se hallaban en una patera a la deriva a 90 millas de Libia.