SEGURIDAD VIAL
Uno de cada tres conductores bebidos, implicado en un accidente o infracción
Más de 3.000 personas dieron positivo en 2006, 1.350 tras accidente o infracción
Diario de Navarra, , 18-06-2007Una de cada tres personas que dio positivo por alcohol en 2006 en Navarra lo hizo después de haber estado implicada en un accidente de tráfico o cometer una infracción. Durante todo el año pasado, 3.059 conductores arrojaron una tasa de alcohol superior a la permitida. De ellos, 1.350 estuvieron implicados en un accidente de tráfico o había cometido previamente una infracción vial. El resto, un total de 1.709 conductores, dio positivo en los controles preventivos, según datos facilitados por la Policía Foral, la Guardia Civil y la Policía Municipal de Pamplona. Entre los tres cuerpos policiales realizaron año pasado 84.000 pruebas de alcoholemia en controles aleatorios.
Los expertos coinciden que a partir de 0,25 miligramos de alcohol por litro de aire espirado (tasa límite para conducir), una persona se desinhibe y tiende a manejar el vehículo con mayor “alegría”, y a perder así el autocontrol. Al mismo tiempo que el ánimo se acelera, las capacidades de reaccionar, decidir, ver y oír merman, por lo que la conjunción de estos efectos favorece que el conductor se vea inmerso en un accidente de tráfico o cometa una infracción. Estos efectos, que con 0,25 son evidentes, ya son notables cuando la tasa llega a 0,50, según los expertos.
Las consecuencias que el alcohol provoca en los conductores obtienen refrendo en el balance de tráfico del año pasado en Navarra. Policía Foral contabilizó 499 conductores que dieron positivo tras un accidente o una infracción, Guardia Civil registró 116 y Policía Municipal de Pamplona 735, lo que arroja una cifra total de 1.350 conductores bebidos, un número similar al de años anteriores. Actualmente, Policía Foral está poniendo en marcha una campaña nueva que aboga por someter a una prueba de alcoholemia a todas aquellas personas que han cometido una infracción de tráfico, presenten o no síntomas de haber bebido.
Más controles, menos positivos
Para evitar que conductores que circulan bajo la influencia de bebidas alcohólicas puedan provocar un accidente, los agentes de tráfico han multiplicado los controles preventivos en los últimos años. Entre los tres Cuerpos consultados realizaron el año pasado 84.000 pruebas de alcoholemia. En el caso de Policía Foral, se pasó de 13.500 de 2005 a las 23.663 del año pasado.
Sin embargo, el fuerte aumento de la presencia de controles de alcoholemia en la carretera no ha supuesto un aumento correlativo del número de positivos. Al contrario, la cifra de conductores sorprendidos bajo la influencia del alcohol ha descendido. Si en el año 2000, con menos de 15.000 pruebas, Policía Foral registró 679 positivos, el año pasado, con casi 24.000, la cifra de positivos fue de 506.
Según fuentes de este cuerpo policial, esta tendencia a la baja significa «un cierto éxito de la sociedad». «Si con el doble de controles la cifra de positivos se reduce, quiere decir que el número de personas que conducen bajo la influencia del alcohol se ha reducido en un 50%», consideran. Guardia Civil, por su parte, en 59.762 pruebas de alcoholemia constató 1.151 positivos.
Este ligero descenso de los positivos registrados hace pensar a los responsables policiales que las campañas preventivas están surtiendo un efecto positivo y que la sociedad va concienciándose de los riesgos que conlleva coger el coche después de haber bebido. «Los controles crean un clima disuasorio. Someterse a un control, al trance de soplar ante un policía, suele hacer recapacitar. Saben que si beben y conducen, pueden tener problemas porque ya conocen que en cualquier momento se les puede parar», explican desde Policía Foral.
No obstante, las patrullas de tráfico han constatado en los últimos años que ciertos colectivos se desmarcan de la tendencia general de menos alcohol en las carreteras. En torno a un 60% de las personas que arrojan grandes tasas de alcohol o quebrantan la condena de no conducir, aseguran estas fuentes, corresponde a inmigrantes procedentes del Este o Sudamérica, «que todavía no han tomado conciencia de lo peligroso que resulta conducir si has bebido». El año pasado, Policía Foral detuvo a 286 conductores por arrojar una tasa muy elevada de alcohol o haber estado implicado en un accidente. Esta cifra, sumada a las 68 personas que fueron arrestadas por quebrantamiento de condena suman 354, un aumento del 16% con respecto a las cifras de 2005 y el triple que en 2001. Lo mismo ocurre con las sanciones administrativas, que han pasado de las 527 de 2005 a las 719 registradas el año pasado.
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