Un hombre de 44 años confesó ayer en la comisaría de Ciudad Real que había estrangulado a su mujer, de 37, tras una “violenta discusión” en su domicilio, en Alcoi (Alicante). El agresor tenía dos condenas por malos tratos y otras tantas órdenes de alejamiento, pese a lo cual la pareja había reanudado la convivencia. Horas más tarde, una mujer ecuatoriana de 26 años murió apuñalada en Talavera de la Reina (Toledo), presuntamente, a manos de su pareja.

El cadáver de María Luisa F. O., fue hallado en su domicilio, en el casco antiguo de Alcoi. El aviso lo dio su esposo, de nacionalidad portuguesa, que a esa hora, cuando iba camino de su país, se detuvo en Ciudad Real y confesó a la policía el crimen. El agresor declaró que había estrangulado a su mujer tras una “violenta discusión”. La víctima había fallecido unas doce horas antes, según estimó el forense.

La víctima y su supuesto agresor no eran una pareja conocida, explicaron algunos vecinos. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, señaló que la fallecida presentó dos denuncias por maltrato que desembocaron en sendas condenas. Pese a las órdenes de alejamiento, que estaban vigentes, ambos habían reanudado la convivencia. El juzgado de Alcoi dictó el 30 de enero una sentencia de conformidad contra el detenido, que consistía en una pena de alejamiento por dos años. La denuncia fue presentada por la víctima el 28 de enero y el juez acordó, de forma preventiva, una medida de alejamiento hasta el juicio. Otro juzgado había dictado otra condena que debía finalizar el 6 de septiembre. Además, la víctima había estado en un piso tutelado. La tragedia azotó también Talavera de la Reina (Toledo), donde una mujer ecuatoriana de 26 años, M. D. C., murió apuñalada por su pareja, un hombre de la misma nacionalidad, de 27 años, D. H. G. L., que ha sido detenido en Madrid, informa Efe. El hombre, que era “marido o pareja” de la víctima, se encontraba herido y fue detenido en Madrid por policías de la comisaría del distrito de La Latina, donde fue llevado por “alguien del entorno familiar”, según fuentes policiales. El agresor, que se trasladó a Madrid con los dos hijos de la pareja, tenía una orden de alejamiento en vigor.