Tercermundismo puro y duro es lo que se desprende del funcionamiento de la Oficina de Extranjeros de Málaga, dependiente de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Situada en lo que fue el Colegio Virgen del Rocío, en Carranque, fue inaugurada a bombo y platillo por la secretaria de Estado, Consuelo Rumí. Los registros actuales de esta oficina son impropios de un estado moderno. Si no, juzguen ustedes mismos a la vista de la siguiente lista, que no pretende ser exhaustiva:1) Una simple consulta supone guardar una cola de cuatro horas. 2) Una cita para presentar la documentación para un permiso, está tardando alrededor de dos meses desde su solicitud. 3) Los retrasos en la resolución de expedientes son tan enormes que la oficina ha recibido instrucciones de Madrid para centrarse en los permisos lucrativos, a costa de dejar de lado los no lucrativos como pueden ser las reagrupaciones. 4) Los recursos se contestan aunque muchos de ellos fuera de plazo.

Este vergonzoso, anómalo y frustrante funcionamiento está originado por una increíble falta de medios, principalmente humanos, totalmente incompatible con los propósitos gubernamentales de una rápida y progresiva modernización del tejido administrativo.