Las colas para tramitar papeles no son sólo cuestión de metros, sino de horas. En los últimos días, puede verse en las inmediaciones de la Comisaría de la Policía Nacional una imagen que lo demuestra: grupos de inmigrantes que pasan la madrugada en el jardín de la esquina de Menéndez Pelayo con Licenciado Cascales para asegurarse que podrán obtener un certificado o cumplimentar unos documentos en la sede policial.

Como, según explicaron fuentes policiales, la oficina de recepción de documentos sólo expide cada día un número limitado de tiques para ser atendido (unos cincuenta), los extranjeros se ven obligados a estar a las nueve de la mañana allí para «conseguir número». Si llegan más tarde o la fila es tan larga que no hay tiques para todos, se quedan sin poder realizar trámites relacionados con la estancia o la residencia en España. La mayoría de los afectados son los extranjeros no comunitarios de Ecuador, Marruecos y el África subsahariana.

Muchos piden el día libre para rellenar los papeles y, como no hay servicio de cita previa, no pueden arriesgarse a perder la ocasión de solventar sus trámites y cumplir así con sus obligaciones legales.

Según las mismas fuentes, esta situación genera picaresca, ya que hay extranjeros que guardan cola y, cuanto tienen un tique, lo venden a compatriotas. El precio suele ser de unos diez euros.