La mujer africana llora su muerte

ABC, 16-06-2007

Ousmane Sembene _ Escritor y cineasta

María Fernanda de Sagarra

El escritor y cineasta senegalés Ousmane Sembene, pionero del séptimo arte africano y considerado el mejor realizador del continente, ha fallecido a los 84 años en su residencia de Dakar. Llevaba enfermo poco más de un año.

El secretario general de la Francofonía y ex presidente de Senegal, Abdou Diouf, manifestó en París tras conocer su muerte que «África ha perdido un ferviente defensor de la libertad y de la justicia social» y el ministro francés de Inmigración, Brice Hortefeux, declaró que «la Francofonía se ha quedado sin un artista de talento, que posaba una mirada calurosa sobre el mundo».

Célebre en el ámbito de las letras africanas por sus publicaciones en francés y en wolof (lengua vehicular principal de Senegal, hablada por el 80 por ciento de la población) Sembene nació en 1923, en la región de Ziguinchor, bajo la religión musulmana. Hijo de un pescador, tuvo que abandonar a los quince años la École de Céramique de Marsassoum, en la vecina región de Kolda, para colaborar en la economía familiar. Llamado a filas por el ejército colonial francés, ingresó en el cuerpo de Tiradores Senegaleses en 1942, participando en la liberación de Francia en 1944. Al finalizar la segunda guerra mundial Sembene regresó a su país pero por poco tiempo pues volvió a Francia, a Marsella, donde trabajó como estibador y se hizo miembro del partido comunista francés hasta la independencia de Senegal en 1960. En esa época se creó la Federación de Estudiantes de África Negra en la que Sembene participó.

En 1956 escribió su primera novela «Le docker noir»; después escribió «O pays. Mon beau peuple» (1957); y la bellísima «Les bouts de bois de dieu» (1960), publicada en castellano con el título «Los trozos de madera de Dios». Pero aunque su producción literaria continuaría («Voltaïque», en castellano «Voltaicas» (1962); «Le mandat» (1965); «Véhi – ciosane» (1966); «Xala» (1973); «Le dernier de l´empire» (1981); «Niiwam» (1987) y «Guelwaar» (1990), entre otras), Sembene empezó a interesarse por el cine como medio de divulgación pues sabía que sólo una exigua minoría de África le leería en un continente dominado por el analfabetismo.

Tras conseguir una beca para los Estudios Gorki de Moscú, los directores soviéticos Mark Donskói y Serguei Gerasimov le enseñaron cine, realizando su primer corto «El hombre de la carreta», en 1962. En 1964, «Niaye», fue galardonado en el Festival de Locarno. En 1966, dirigió «Muchacha negra», el primer largometraje realmente africano al que siguieron otros que son verdaderos testimonios del África contemporánea, así «El giro», «Xala», «Ceedo», «Campamento de Thiaroye» y «Guelwaar», todos galardonados en numerosos festivales. En 1999, rindió homenaje a la mujer africana con la película «Faat Kiné», primer filme de la trilogía «Heroísmo cotidiano»; el segundo, sobre el drama de la ablación femenina, «Moolaadé» (2004), interpretado por la actriz Fatoumata Coulibaly, fue premiado en la sección «Una cierta mirada» del Festival de Cannes.

Sembene, que también denunció en sus películas la corrupción, la soledad del ciudadano ante la burocracia, la pobreza y el colonialismo, ha sido reconocido con numerosos galardones. Obtuvo en 1963, el primer premio del Festival de Cinema de Tours por la película «Borom sarret»; ganó el Premio Internacional de la Crítica del Festival de Venecia, en 1968, por «El mandato» y en 1988, por «El campo de Thiaroye». En 1969, «Mandabi» logró el Premio a la mejor película extranjera en el Festival de Cine de Atlanta. Fue galardonado con la Medalla Federico Fellini de la Unesco en 2004.

«Me gustaría que los africanos leyeran más y fueran más al cine, pues eso influiría en sus vidas. En Occidente la gente sólo conoce de África su miseria y sufrimiento. Pero hay otra África que lucha a diario y vence», declaró en una ocasión. Respecto a la ayuda humanitaria occidental el cineasta se preguntaba «¿Cuántos millones de dólares ha enviado Estados Unidos a África en los últimos treinta y cinco años? ¿Dónde están los resultados de estas inversiones? No hay carreteras, ni hospitales, ni colegios, ni universidades… Pero sí una elite corrupta e insaciable cada vez más rica».

Sembene sufrió muchas presiones para no filmar «Moolaadé» pero logró sacarla adelante en un intento de cambiar la mentalidad africana que ve en la mutilación genital femenina una muestra de respeto hacia la mujer que la ha sufrido y no una práctica abominable.

AFP

Ousmane Sembene

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)