Libia permite que atraque el barco de los 26 náufragos
El Periodico, , 16-06-2007El pesquero que el miércoles rescató a 26 inmigrantes (uno de ellos muerto) navegó un día y medio sin rumbo fijo hasta que, al fin, ayer por la tarde, recibió una autorización de la guardia costera de Libia para atracar en el puerto de Trípoli, según informó el patrón del barco, José Luis Sestayo. El Gobierno español, no obstante, fue un poco más cauto. Confirmó que había “señales positivas y esperanzadoras” y aseguró que el Nuestra Madre del Loreto tenía permiso para acercarse a la “zona de control” de las instalaciones portuarias, pero dejó entrever que las gestiones continuaban, y más aún después del fiasco de la noche anterior, cuando el Ejecutivo libio se negó a acoger a los sin papeles, originarios de Nigeria y Malí, cuando la embarcación de Santa Pola (Alicante) estaba a 13 millas de llegar alcanzar tierra firme.
Las previsiones del responsable del Nuestra Madre del Loreto apuntaban a que el pesquero debería estar atracado pasadas las tres de la madrugada de hoy en el puerto de la capital Libia, un destino que para nada es del agrado de los 25 náufragos, que estaban convencidos de que iban hacia España. Por eso, el jueves por la noche, cuando el barco se encontraba a 30 millas de Libia, el patrón dio la orden a su tripulación de llevar a los inmigrantes a la segunda cubierta “para que no vieran ni siquiera las luces de Trípoli”, ya que una noticia en otro sentido podría haber derivado en un motín.
BUENA CONDUCTA
El comportamiento de los sin papeles ha sido en todo momento ejemplar, subrayó Sestayo. “La convivencia es buena, obedecen a todo y de momento se portan bien”, explicó ayer por la mañana antes de confirmar el rumbo definitivo del Nuestra Madre del Loreto. Afortunadamente, la provisión de comida era abundante – – “tenemos alimentos para siete u ocho días”, dijo el jefe de la tripulación – – y también sobraba agua dulce porque el pesquero dispone de una máquina depuradora. Lo único que falta es leche porque los marineros se la dieron a los náufragos para ayudarles a recuperarse.
Más problemática ha sido la forma de conservar el cuerpo del hombre que se ahogó cuando intentaba alcanzar el barco. Para no cometer errores, Sestayo llamó a un médico de Madrid, que le indicó que pusiera el cadáver en un congelador, a entre cuatro y siete grados bajo cero y con todos los orificios taponados.
500 PERSONAS
La situación vivida por el barco alicantino no es nueva. En 11 meses, cerca de 500 inmigrantes han sido salvados por cuatro pesqueros españoles, entre los que se encuentra el Montfalcó, de Sant Carles de la Ràpita (Montsià).
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