SAN SEBASTIÁN. DV. Cáritas de Gipuzkoa prestó atención social y económica a «más de 12.000 personas» que se encuentran en diferentes grados de pobreza o marginación durante el año pasado, con un presupuesto de poco más de cuatro millones de euros, que se financia en un 59% con aportaciones privadas.

Cáritas realizó 16.129 atenciones, de las cuales 9.518 se dieron en las cáritas parroquiales y 6.611 en los servicios diocesanos. Como quiera que hay beneficiarios de más de una prestación, se estima que el total de personas atendidas supera las 12.000.

Con la pretensión de «unir espíritu cristiano y acción social», esta oenegé de la Diócesis de San Sebastián se estructura a partir de 150 cáritas parroquiales en las que trabajan más de 700 personas, a las que hay que añadir otros 329 voluntarios que desempeñan su labor en programas y servicios específicos.

En acción social de base, las cáritas parroquiales atendieron durante el año pasado 9.518 necesidades perentorias, con un presupuesto de gasto de alrededor de un millón y medio de euros.

La acción social especializada, a la que se destinaron casi 2,5 millones de euros, tiene un primer peldaño que es el de la «acogida», con la que se intenta «posibilitar procesos de ayuda, educativos que dignifiquen las situaciones que se nos presentan». Bajo estas premisas fueron atendidas 741 personas que padecían diferentes problemas: toxicomanía, enfermedad mental, rentas mínimas, sin techo, etcétera.

La acción social también atiende a las minorías étnicas, desde la ayuda para la obtención del carné de conducir al seguimiento escolar de los menores de edad. En este apartado se prestó ayuda a 125 familias (675 personas).

31.000 comidas

En los centros de día, como Laguntza Etxea y Aterpe, durante el último año se registraron 5.184 atenciones en el primer centro, que atiende a inmigrantes, y 411 personas en el segundo. Entre los dos centros proporcionaron más de 31.000 comidas, además de asesoría jurídica, lavandería, servicio de higiene…

Por otra parte, el número de pernoctaciones en el centro de invierno Hotzaldi – abierto entre el 15 de noviembre y el 31 de marzo – fue de 5.203: uno de cada cuatro era natural del País Vasco, el 68% inmigrantes extranjeros, y el resto, de otras comunidades de España. Al centro educativo – ocupacional de Lamorous, acudieron 70 personas sin hogar.

Por lo que respecta a los hogares de acogida, en Emeki vivieron nueve mujeres en riesgo de marginación o que habían salido de prisión; en el de Trintxerpe fueron atendidos 32 hombres sin hogar; y en Betania, 19 enfermos de sida. El hogar de Lagunartea acogió a 10 mujeres y doce niños que presentan alguna problemática familiar, en tanto que en Sorabilla permanecieron 26 jóvenes en situación de riesgo. Además, Cáritas gestionó cinco pisos para inmigrantes en los que vivieron 23 familias durante periodos diferentes.

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