VIZCAYA

Un grupo de mecenas busca la integración de los niños más desfavorecidos de Bilbao

Crean con sus fondos un equipo de baloncesto en San Francisco para fomentar la «convivencia»

El Correo, JOSÉ MARI REVIRIEGO j.m.reviriego@diario-elcorreo.com, 16-06-2007

Un grupo de mecenas bilbaínos, vinculados a profesiones liberales y con experiencia deportiva, promueve en Bilbao la Vieja la integración social de los chavales más desfavorecidos del barrio a través de una novedosa y original iniciativa: ha creado con sus propios fondos un equipo de baloncesto en el colegio público de Miribilla, que cubre las etapas de Infantil y Primaria, para intentar fomentar la convivencia y la educación entre el alumnado, compuesto en su mayoría por hijos de inmigrantes y niños de etnia gitana. En una zona acostumbrada a depender de las ayudas institucionales y de la callada labor de algunas asociaciones, este colectivo de promotores ha abierto una nueva vía en la solidaridad al pagar de su bolsillo el equipamiento y encargarse personalmente de los entrenamientos de los equipos, formados en la actualidad por 50 chicos y chicas de 8 a 12 años.

«Mediante el baloncesto, queremos ayudar a niños de clases desfavorecidas en edad escolar a integrarse en la sociedad en una cultura de la convivencia y valores humanos». Este es el objetivo final de la iniciativa, según explica Juan Garteiz, uno de sus representantes. Su espíritu queda reflejado en el propio nombre que han dado al proyecto: Bakuva – Baloncesto, kultura y valores – . La idea, surgida de un grupo de antiguos estudiantes del colegio de Jesuitas de Indautxu, lleva en práctica durante este año escolar que llega a su fin, aunque no ha trascendido hasta ayer, puesta de largo de los equipos en la fiesta de fin de curso de la escuela.

Garteiz, que fue jugador y entrenador de baloncesto, explica que la iniciativa obedece al interés personal de los promotores por «hacer algo por los demás». Consolidada su vida familiar, profesional y económica, decidieron echar una mano a quien más lo necesitara. Para eso se recorrieron «los barrios marginales» de Bilbao hasta pararse en Bilbao la Vieja, que lucha por librarse del «estigma» de la delincuencia y el declive urbano y social. «Fue la zona que más nos impactó».

«Prueba piloto»

Tras varias reuniones con algunas asociaciones, el párroco del barrio y la Oficina Municipal del Plan Especial de Rehabilitación, que ha hecho de interlocutor, los nuevos tutores apostaron por aplicar su «prueba piloto» en el colegio de Miribilla, que abrió sus puertas en este curso en sustitución de la escuela de San Francisco. «Se trata de devolver a la sociedad lo que la sociedad nos ha dado», resume Garteiz como ideario, con la bendición por parte del claustro.

El centro de enseñanza, que en su corta andadura ya se ha visto sobresaltado por la agresión de la madre de un alumno a una profesora, cuenta en la actualidad con cuatro grupos de estudiantes en los equipos de baloncesto. Cuando se les presentó la iniciativa, se apuntaron un centenar de chavales de los 400 estudiantes que tiene el colegio. Los promotores han logrado mantener un grupo de 50 alumnos «de forma estable», con lo que se dan más que satisfechos.

Los entrenamientos son impartidos como actividad extraescolar en las propias canchas de la escuela, en la que los mecenas han financiado la colocación de nuevas canastas. Aquí se entrena no tanto para competir como para fomentar una buena convivencia, en un intento por aportar su granito de arena en la normalización del barrio. Juan Garteiz, que compagina su trabajo con los entrenamientos por las tardes, explica así los valores que tratan de inculcar a su jóvenes jugadores, sin que ello suponga asumir el papel de profesor ni de padre. Por ejemplo, el baloncesto promueve la disciplina para cumplir con la puntualidad en los entrenamientos. El respeto con los compañeros y el árbitro. La higiene. La responsabilidad por el material propio y el ajeno. La integración a través de la competición en equipo. Y la constancia, entre otros valores.

El grupo de promotores, formado por 8 personas, pretende consolidar su iniciativa el curso que viene. Quiere que sus equipos se federen para competir ya de verdad, lo que permitirá a los chavales salir del barrio a otros colegios y recibir la visita de otras escuadras, en un intento por facilitar el encuentro. En ese sentido, los mecenas barajan la posibilidad de gestionar en la zona un centro de convivencia, dotado con biblioteca y equipos informáticos, y con la vocación de organizar excursiones. Hace poco,organizaron una salida para ver a los Globetrotters en el BEC y los chavales se lo pasaron en grande.

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