Dos empleados africanos que tenían documentos de residencia falsificados fueron detenidos por la policía francesa cuando trabajaban en una de las residencias oficiales del presidente, Nicolas Sarkozy, en un escándalo que podría avergonzar a un político que aboga por la línea dura en la aplicación de la ley y el orden. Los dos hombres, originarios de Mali, fueron detenidos el miércoles en un lugar de obras de la cabaña Lanterne, cerca del palacio de Versalles, en donde Sarkozy y su familia se quedan con regularidad desde su elección como presidente el mes pasado, según dijo ayer una fuente judicial recogida por la agencia Reuters.

Un funcionario gubernamental aseguró que Sarkozy no había ordenado los trabajos, pero la información amenaza con avergonzar al presidente, que prometió combatir la inmigración ilegal. El funcionario gubernamental Serge Lasvignes dijo que las obras en la antigua cabaña de caza se ordenaron en 2002 y no habían sido solicitadas por Sarkozy.

Lasvignes negó las informaciones publicadas por el diario Le Parisien acerca de que Sarkozy y su esposa Cecilia ordenaron las obras en la piscina de la residencia.

Los dos inmigrantes ilegales fueron detenidos el miércoles y liberados poco después. Trabajaban para una compañía privada contratada para llevar a cabo las obras de en el lugar, propiedad del Estado. Le Parisien señala que el empleador relató ante los investigadores que creía que los documentos de residencia de los hombres eran válidos.