Inmigración y bajada de tipos, claves del éxito económico, según el Banco de España

La llegada de trabajadores extranjeros ha tenido un impacto negativo sobre la productividad

Diario de Noticias, 15-06-2007

madrid. La larga fase de expansión económica que España vive desde hace años se debe, sobre todo, a la “relajación” de las condiciones financieras y a los “intensos flujos” de inmigrantes, los dos factores que han impulsado de manera “más potente” el crecimiento de la economía española en los últimos ejercicios, según afirma el Banco de España en el informe anual 2006.

La institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez señala que la mejora de las condiciones de acceso a la financiación y su menor coste han contribuido a que empresas y familias reduzcan su disposición al ahorro y aumenten el gasto de inversión mediante el recurso al crédito.

En este sentido, indica que el gasto de los hogares ha crecido más que las rentas del sector privado, causando un aumento “pronunciado” de las necesidades de financiación y del endeudamiento de las familias y las empresas no financieras. De hecho, la deuda de los hogares aumentó en 2006 cerca del 19% y la de las empresas lo hizo en algo más de un 28%, aunque ello no conllevó un incremento de la morosidad, que siguió en niveles “muy reducidos”.

La “considerable relajación” de las condiciones financieras está, según el Banco de España, asociada a la evolución de los tipos de interés. Los nominales a un año cayeron 13 puntos entre 1990 y 1999 y desde entonces han permanecido en registros “reducidos”, a pesar de que desde finales de 2005 se está produciendo una “gradual normalización” de las condiciones monetarias.

Respecto al otro gran factor clave que explica el vigor del crecimiento económico, la inmigración, el Banco de España resalta sus efectos positivos sobre el crecimiento de la renta per cápita y sobre la tasa de empleo. Así, el impacto de la inmigración sobre el crecimiento de la producción por habitante entre 2001 y 2005 habría representado el 25% del incremento total. Por su parte, la contribución de los inmigrantes al aumento de la tasa de empleo en el mismo periodo supone cerca de una cuarta parte del total.

Pese a estos efectos positivos, el Banco de España destaca además el impacto negativo que la llegada de inmigrantes ha tenido sobre la productividad. De hecho, entre 2001 y 2005, la inmigración restó casi dos décimas a la tasa anual media de crecimiento de la productividad por ocupado, que fue del 0,5%.

Además, sostiene que, por el lado de la demanda, la inmigración ha contribuido notablemente al aumento de la inversión y ha tenido un efecto “ambiguo” sobre la tasa de ahorro de la economía, por su bajo nivel de renta y las remesas de dinero que envían a sus países de origen. >E.P.

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