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Un barco propiedad del patrón que rescató hace un año a 51 'ilegales' salva a otros 25 en Libia

Chocó con la lancha a la deriva en que viajaban los inmigrantes, que se lanzaron al mar. Los marineros pudieron auxiliar a todos menos uno

El Correo, AGENCIAS, 15-06-2007

La casualidad ha vuelto a convertir a José Durá, un armador de la localidad alicantina de Santa Pola, en noticia. Durá, propietario del pesquero ‘Nuestra Madre de Loreto’, que la noche del miércoles rescató a 25 personas y un cadáver de una patera a la deriva a 90 millas de Trípoli (Libia), era hace un año patrón del ‘Francisco y Catalina’, el buque que en julio de 2006 salvó a 51 inmigrantes de otro cayuco que estaba a cien millas de Malta. Así lo señalaba ayer el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Santa Pola, José Ramón García Fuentes, quien confirmó que el barco que ha protagonizado el último episodio de salvamento marítimo en aguas del Mediterráneo tiene su base en el puerto de esta localidad alicantina y se encontraba pescando quisquillas cuando avistó la patera.

José Durá corroboró que su buque había localizado de madrugada una pequeña lancha motora a la deriva con la que llegó a chocar. En principio, el patrón del barco decidió amarrar la embarcación al pesquero, pero los 26 inmigrantes que viajaban en su interior se lanzaron al mar y los marineros se vieron obligados a rescatarlos. Todos fueron izados a bordo menos a uno, que falleció antes de ser socorrido. El pesquero español se dirigía ayer por la tarde a Trípoli después de que Salvamento Marítimo y el Ministerio de Asuntos Exteriores mantuviesen contactos para conseguir la autorización de entrar a puerto.

La pretensión de las autoridades españolas es, en primer lugar, que el pesquero pueda atracar en el puerto más cercano para desembarcar el cadáver del inmigrante fallecido; y en segundo, que el Ejecutivo de Trípoli acepte a los otros 25 extranjeros al considerar que tienen estatuto de náufragos, por haber sido rescatados en zona marítima asignada a Libia en materia de salvamento y rescate.

El pesquero de Santa Pola, con 14 tripulantes a bordo, todos ellos gallegos, se dedica a la pesca de la quisquilla y estaba faenando a 98 millas de la costa de Libia. Su pretensión era, después de permanecer en alta mar algo más de dos meses, regresar a España el 16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros. El armador dice que en el barco hay espacio suficiente para atender las necesidades de los 25 inmigrantes que, según los contactos que ha mantenido con el buque, se encuentran en buenas condiciones físicas.

No es la primera vez que Durá se enfrenta a una situación tan delicada. Hace un año, al mando del pesquero ‘Francisco y Catalina’, se las tuvo que ver con la negativa de Malta a aceptar a los 51 ‘sin papeles’ a los que sacó del agua. Después de una semana de negociaciones, y mientras los 11 miembros de la tripulación compartían espacio y alimentos con los rescatados, las autoridades de España consiguieron que se autorizara al barco a desembarcar para que este país se hiciera cargo de los subsaharianos, que fueron finalmente repartidos por varios países europeos.

La Unión Europea está estudiando la posibilidad de obligar a los países en cuyas aguas se produzcan este tipo de rescates a hacerse cargo de los inmigrantes por estricto cumplimiento de la ley en cuanto a salvamento de vidas.

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