Las autoridades libias han denegado esta noche la entrada al barco pesquero de Santa Pola (Alicante) Nuestra Madre del Loreto, que la noche del miércoles rescató a 26 inmigrantes cuando se encontraba faenando a 90 millas de la costa de Libia. El patrón del barco, José Durá, ha confirmado al ELPAIS.com que las autoridades libias les han denegado la autorización para atracar cuando se encontraban a nueve millas del litoral.

El armador del pesquero alicantino ha indicado que nadie les ha informado de las razones por las que “en el último momento” se ha denegado la entrada al barco cuando durante todo el día de ayer se les dijo que podía atracar en el puerto. “Ya podían haberlo dicho antes”, ha lamentado Durá en declaraciones a Europa Press. Ha incidido además en que la única indicación que se les ha dado es que deben abandonar aguas libias, por lo que el barco ha cambiado de rumbo con el objetivo de alejarse de la costa. Hasta que no solucionen “esta papeleta”, señaló, no podrán volver a Alicante.

Sin acuerdo con Libia

La embarcación alicantina Nuestra Madre de Loreto, que el pasado miércoles rescató a veinticinco personas y a un cadáver que se encontraban en una patera a la deriva a 90 millas de Libia, tenía previsto llegar en la madrugada de hoy al puerto de Trípoli, donde sería desembarcados los inmigrantes. Según ha informado José Luis Sestayo, a medianoche de hoy, cuando se encontraban a nueve millas de las costas libias, recibieron una llamada de Salvamento Marítimo instándoles a no desembarcar en el puerto de Trípoli porque, ha explicado Sestayo, todavía no se había llegado a un acuerdo con las autoridades de Libia para desembarcar a los inmigrantes.

Sestayo ha afirmado que la tripulación se encuentra “cansada”, aunque ha manifestado tener “más pena por la gente que llevamos con nosotros” porque “han caminado cientos de kilómetros para llegar hasta aquí y ahora les van a devolver al lugar de donde vinieron”. “Muchos piensan que les llevamos de camino a España o a Italia”, ha indicado Sestayo.

Rescate de la patera

El barco Nuestra Madre de Loreto, con base en Santa Pola (Alicante), faenaba a unas 98 millas náuticas de la capital libia cuando avistó el pasado miércoles una patera con 25 inmigrantes a bordo de edades comprendidas entre los 18 y 25 años y el cadáver de un joven de unos 18 años. El hermano de Sestayo fue el tripulante que avistó una “luz pequeña de una patera”, de entre 5,5 y 6 metros de eslora, en la que viajaban los inmigrantes.

Tras comprobar que iba a la deriva, avisó al resto de sus compañeros, quienes ataron la patera a la popa del pesquero, aprovechando que el mar “estaba en calma”, después de que uno de los ocupantes del cayuco se arrojara por la borda y fuera finalmente rescatado. A primera hora de la mañana, sin embargo, la patera volcó y los pescadores alicantinos sacaron del agua a los inmigrantes, uno de los cuales, que sangraba por la boca, murió tras no haber soportado la travesía. A las 13.30 horas de ayer, la embarcación Nuestra Señora de Loreto de 27 metros de eslora y con una tripulación de catorce miembros, puso rumbo a Trípoli con la intención de desembarcar a los inmigrantes.

Una vez que los inmigrantes sean desembarcados, Nuestra Señora de Loreto continuará con la campaña de pesca de la quisquilla, que inició el pasado 9 de mayo, y prevé regresar a Santa Pola el 8 o el 10 de julio. Se da la circunstancia de que el armador de esta embarcación, José Durá, casualmente ocupaba el cargo de patrón de la embarcación Francisco y Catalina, también dedicado a la captura de quisquilla con base en Santa Pola, que en julio de 2006 rescató a 51 inmigrantes en aguas de Libia, a 100 millas de Malta.