La mitad de los hogares creados entre los años 2000 y 2005 lo han sido por inmigrantes
El otro milagro económico
La Vanguardia, , 14-06-2007ROSA SALVADOR
“En muchas empresas los inmigrantes son ya su principal mercado, pero no se dice por temor a perder los locales”
Los inmigrantes forman ya el 50% de los nuevos hogares que se han constituido en España entre los años 2000 y 2006, según el último informe semestral sobre la economía española presentado ayer por Caixa Catalunya. Según este informe, el alto ritmo de entrada de inmigrantes ha coincidido en los últimos años con una extensión del fenómeno a todas las comunidades autónomas: mientras en los años noventa algunas autonomías como Extremadura, Navarra, Cantabria o el País Vasco prácticamente quedaron al margen del choque inmigratorio, desde el año 2000, en cambio, los inmigrantes han supuesto al menos el 20% de la formación de nuevos hogares en todo el Estado.
Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona y responsable del estudio, destaca que la inmigración explica buena parte del boom inmobiliario de la última década y también el tirón del consumo que impulsa el crecimiento de la economía española. “Son un colectivo que tiene un elevado nivel de gasto en transporte y telecomunicaciones, alimentación, textil e incluso hostelería”, asegura.
Oliver explica que desde el año 1998 se ha disparado la formación de nuevos hogares en España “por la llegada de inmigrantes y por el cambio de comportamiento de los españoles: se han independizado los últimos hijos del baby boom, el alargamiento de la esperanza de vida ha mantenido a muchas personas mayores con hogar independiente y ha aumentado el número de separados, divorciados y en general de adultos que viven solos”.
Según el estudio de Caixa Catalunya, desde el año 2003 se forman en España más hogares en los que la persona de referencia es extranjero que autóctonos. En términos acumulados, desde el año 2000 hasta el 2006 el porcentaje de nuevos hogares encabezados por extranjeros oscila entre más del 60% en Navarra, Madrid y la Comunidad Valenciana a menos del 30% en comunidades de la cornisa cantábrica como Galicia, Euskadi y Cantabria. En Catalunya, el 58% de los nuevos hogares los encabeza un inmigrante.
El crecimiento de nuevos hogares formados por inmigrantes “ha supuesto un gran impulso del gasto”, explicó Oliver, ya que la propensión media al consumo es más alta en los nuevos hogares (están obligados a financiar el hogar, equiparlo y contratar suministros, por ejemplo), en las personas jóvenes y en las que tienen rentas bajas que en colectivos más adinerados (que ahorran parte de su ingreso). Y en los hogares inmigrantes coinciden los tres factores.
Oliver señala que los inmigrantes están concentrando su esfuerzo económico en la adquisición de la vivienda, mientras que gastan menos que la media en ocio, turismo, transporte privado, educación o sanidad. “Es un comportamiento que responde a una racionalidad económica absoluta: el consumo depende de la renta pero también de la riqueza. Sus hogares pueden tener rentas relativamente elevadas, pero ningún patrimonio. Por eso están haciendo ahora un sobreesfuerzo en crearse un patrimonio. En los españoles está sucediendo al revés: la subida de la vivienda hace que la gente se sienta más rica y consuma más”, explica.
Según los datos de Minority, una consultora comercial especializada en la inmigración, el gasto medio de los inmigrantes es de 1.081 euros por persona y mes, incluyendo las remesas, frente a un gasto medio per cápita de 1.112 euros de los españoles. De este gasto, un 31% corresponde a vivienda, un 25% a alimentación y un 8% a ahorro o remesas. José Santamaría, director de marketing de Minority, explica que “en muchas empresas los inmigrantes son ya su principal mercado, pero son reacias a comunicarlo porque temen que esto ahuyente a los consumidores nacionales”.
Según Santamaría, éste es el caso de muchas firmas de venta de vehículos industriales (furgonetas) y vehículos usados, o de algunos establecimientos de firmas de alimentación como Carrefour o Mercadona. Santamaría explica que en algunos productos, como la ropa infantil, los inmigrantes son ya los principales clientes. Y también en servicios de belleza, donde “las mujeres y hombres latinoamericanos, pero también otros colectivos como los pakistaníes, usan servicios de peluquería, pedicura o depilación con más frecuencia que los españoles”.
Quienes sí han asumido el potencial de negocio de los inmigrantes han sido los bancos, que han creado firmas especializadas para captar el negocio de las remesas, un servicio en el que los canales oficiales movieron 6.250 millones de euros el año pasado. Santander (Latino Envíos), BBVA (Dinero Express) o Banco Popular (Mundo Credit) han sido pioneros.
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