REGIÓN MURCIA
La Guardia Civil toma la 'ciudad sin ley' de Águilas en un golpe al narcotráfico
Sesenta agentes registraron durante horas un edificio que se considera un gran mercado local de drogas
La Verdad, , 13-06-2007Amanece en la ciudad sin ley. Son las siete de la mañana y en la calle, además de los coches que se dirigen al polígono cercano, un hombre permanece inmóvil junto a un grupo de viviendas de protección oficial construidas hace más de dos décadas y que hoy se encuentran deterioradas por completo. Puede ser un chivato o puede que no, pero está. Veinte minutos más tarde, un coche de la Guardia Civil atraviesa la calle. Es el vehículo guía. Al instante, comienza a llegar la caravana de efectivos de la Guardia Civil y Policía Local. La madriguera de la droga en la costa aguileña va a ser asaltada.
Así comenzaba una mañana intensa en este barrio periférico aguileño, donde ayer fueron detenidas once personas, siete hombres y cuatro mujeres, en su mayoría de etnia gitana. Un total de sesenta efectivos de los Cuerpos de Seguridad participaron en la redada, que se prolongó hasta pasadas las once de la mañana, aunque la operación continúa abierta ante la posibilidad de nuevas detenciones.
Seis pisos de tres bloques de cuarenta y ocho viviendas situados en la calle Párroco Recesvinto Montijano eran el objetivo de esta operación, continuación de una anterior que ya se había realizado y en la que se aprehendieron importantes cantidades de cocaína y heroína que ayer no se especificaron a la espera del balance final de las actuaciones policiales llevadas a cabo.
Protegidos con chalecos antibalas – no es la primera vez que ocurren incidentes con arma en la zona – los agentes de la Guardia Civil comienzan a realizar las entradas en las viviendas ayudados por instrumentos de fuerza para puertas con especial blindaje. Mientras varios equipos se encuentran dentro del inmueble, el exterior es rodeado por más efectivos para evitar fugas o altercados con el vecindario.
Al oir el tumulto en la calle, desde el balcón del tercer piso del segundo bloque vuela una bolsa. Un agente de la policía judicial acude a recogerla. En su interior encuentra sustancias estupefacientes. Con todo controlado, se requiere la presencia de los secretarios judiciales para proceder a los registros oportunos que permitan determinar la presencia de material y sustancias empleadas en el narcotráfico. Se producen las primeras incautaciones.
Fuera, los gallos se pasean sueltos entre los vehículos de la Guardia Civil preparados para el traslado de posibles detenidos. Cada vez es mayor el número de vecinos que se encuentran al otro lado de la calle. Serios, enmudecidos y observadores.
Comienza el goteo de detenidos. El primero es un hombre joven al que los agentes colocan las esposas apoyado en una furgoneta Mercedes de color blanco, que posteriormente sería retirada por la Guardia Civil. A medida que se van terminando los registros son sacados del edificio los detenidos. Un matrimonio, una mujer sola, dos mujeres más de mediana edad y otros dos varones, uno de ellos es acompañado por la que parece ser su esposa y su hijo de pocos meses.
Los registros dan como resultado la incautación de diversas sustancias estupefacientes, un compresor de aire, un grupo electrógeno, un vehículo tipo quad, un coche autorizado para conducción sin carnet de conducir, y otros cuatro turismos de diferentes marcas, además de ordenadores, y documentos. Los detenidos son trasladados al cuartel de forma intermitente. La Ciudad sin Ley vuelve a su inquietante calma.
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