DAVID MARTÍNEZ/AYOZE GARCÍA

ALICANTE/LAS PALMAS. El joven nigeriano que falleció el pasado sábado en un vuelo de Iberia cuando iba a ser deportado, podría haberse asfixiado con la mordaza que le colocaron los agentes que lo custodiaban. La autopsia que se practicó en el Instituto de Medicina Legal de Alicante – después de que el avión, que salió de Madrid, aterrizase en el aeropuerto alicantino de El Altet – fijó como causa de la muerte una parada cardiorrespiratoria, si bien no explica los motivos.

El Instituto de Toxicología de Barcelona analiza ahora los órganos del fallecido – su corazón y los pulmones – para determinar si el motivo de la parada fue una asfixia, que podría haber sido provocada por la mordaza policial. Según el atestado, los agentes colocaron cinta adhesiva al detenido, aunque no introdujeron ningún otro elemento en su boca, para evitar que les mordiera o se autolesionase.

El resultado de las pruebas, que se conocerá en un plazo aproximado de entre diez y quince días, será por tanto decisivo para la investigación judicial. La titular del juzgado de Instrucción número 1 de Elche, que ha abierto diligencias previas, prevé tomar declaración tanto a los agentes como a otros dos nigerianos que también iban a ser deportados.

Cuatro embarcaciones

Mientras, 145 inmigrantes irregulares llegaron ayer a costas españolas. Los primeros, ocho argelinos mayores de edad y en buen estado de salud, se dirigían en una patera hacia el Cabo de Gata (Almería), y fueron interceptados por la Guardia Civil en la madrugada del martes. Una segunda embarcación, con una tripulación de magrebíes compuesta por un discapacitado físico, diecisiete menores y diez adultos, llegó a una playa del municipio almeriense de Roquetas del Mar hacia las seis de la mañana de ayer.

En Málaga, tres inmigrantes también de origen magrebí que viajaban en una patera fueron rescatados en buen estado por un ferry que cubría el trayecto entre Ceuta y la capital malagueña.

Por último, a primera hora de la mañana de ayer eran rescatados los 106 ocupantes de un cayuco, que navegaba a la deriva a unas 130 millas del sur de la isla de Tenerife, tras ser avistados por un buque mercante. Una embarcación de Salvamento Marítimo fue la encargada de trasladar a los inmigrantes hasta el Puerto de los Cristianos, lugar al que llegaron por la tarde, según confirmaron a ABC fuentes de Salvamento, para recibir las atenciones pertinentes.