España y Malta exigen repartir por la UE a los rescatados en alta mar

La Voz de Galicia, Mariano Andrade, 13-06-2007

Los ministros europeos de Interior mostraron ayer sus diferencias sobre la espinosa cuestión de la recepción de los inmigrantes ilegales rescatados en naufragios en aguas internacionales, tras la polémica levantada por Malta al negarse a cumplir con sus obligaciones de salvamento en el Mediterráneo.


«La situación actual es de un caos total. Cada año unos 600 inmigrantes, y esto es una estimación muy conservadora, mueren intentando llegar a Europa», denunció el ministro maltés, Tonio Borg, quien pidió a sus socios reunidos en Luxemburgo compartir «la responsabilidad» que significa la recepción de esas personas.


Propuso unas reglas para compartir responsabilidades de la recepción de los inmigrantes: «Lo justo es que los rescatados sean distribuidos sobre la base de una rotación entre los 27 miembros de la UE».


«Temporalmente, deben ir al país europeo más próximo hasta ser transferidos al país de destino designado. La base de rotación debe realizarse según un criterio que tenga en cuenta el tamaño y la población» de los miembros de la UE, detalló el ministro maltés.


Borg recibió el apoyo de la Comisión Europea y de España, cuyo ministro Alfredo Pérez Rubalcaba aseguró que «parece una buena idea introducir el término responsabilidad compartida en estos sucesos como en el conjunto de la inmigración». Sin embargo, el ministro español advirtió que es necesario «revisar con cuidado» la propuesta de Malta para «evitar que haya efectos negativos de lo que es una buena idea».


Muy reticente, Francia rechazó la iniciativa maltesa. «Me parece muy difícil, no se puede medir con distinta vara únicamente a los inmigrantes del Mediterráneo. No veo técnicamente cómo podrá hacerse», destacó el responsable francés de Inmigración, Brice Hortefeux.


Por su parte, el ministro alemán Wolfang Schauble, reconoció la necesidad de tomar medidas para «evitar que la gente muera ahogada en el Mediterráneo», pero estimó que la cuestión del reparto será tratada «a largo plazo».


La mayoría de los países de la UE prefieren trabajar de forma más estrecha con los países de origen y tránsito de la inmigración ilegal.

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