Los hermanos dicen que sufrió “una agresión policial” y han presentado una denuncia en Elche Osamyia Aikpitanhi, el joven inmigrante nigeriano de 23 años que el sábado murió a bordo de un avión de Iberia que partió de Madrid y tuvo que aterrizar de emergencia en El Altet de Alicante cuando era deportado a su país junto a tres compatriotas, iba amordazado, no consta que llevara esposas y presentaba dos contusiones leves en la mano izquierda y la espalda.

Son los primeros datos del informe preliminar de la autopsia practicada ayer, que concluye que la muerte le sobrevino por una parada cardiorrespiratoria cuya causa exacta no podrá establecerse hasta que se conozcan los resultados de las pruebas realizadas en los pulmones y el corazón.

Denuncia de la familia

Los hermanos de Osamyia Aikpitanhi atribuyen la muerte del joven a una agresión de la policía, y han presentado una denuncia ante un juzgado de Elche. Aseguran que a su hermano “lo mataron” y basan sus acusaciones en testimonios de pasajeros que habrían asistido a los forcejeos entre el inmigrante, que se resistió a ser expulsado, y los agentes.

El hermano mayor, Chester Aikpitanhi, asegura que la policía “ha maltratado” a su hermano “y le puso una cinta en la boca para que no gritara”. “Han enviado cuatro policías fuertes para pegarle, maltratarle y podérselo llevar, y mira cómo ha acabado”, añadió. En la nave viajaban 97 personas, una de las cuales habría grabado en vídeo el suceso.

Desde los distintos sindicatos policiales exculpan a los agentes custodios y responsabilizan de la muerte al propio fallecido y al Gobierno, por no establecer protocolos de actuación garantes de los derechos humanos.

El caso está en manos de la juez de Instrucción número 1 de Elche, que ha abierto una investigación y ha recabado el atestado de la policía. Está previsto que en los próximos días la magistrada interrogue, en calidad de testigo, a los otros inmigrantes expulsados que viajaban en el mismo avión y a los agentes de la policía que les escoltaban, explicaron fuentes del caso.

La policía mantiene que el joven murió de “forma súbita” una hora después de comenzar el vuelo. Comunicado el hecho al comandante de la nave, éste decidió aterrizar en El Altet.

Varias ONGs han exigido “transparencia” al Ejecutivo central. El Comité Español de Ayuda al Refugiado reivindica una investigación “a fondo” del suceso para poder escoger entre una de las “tres versiones diferentes”. SOS Racismo reclama “información pública y transparente del Ministerio del Interior”, instando a la prudencia y a “no culpar a nadie” hasta que sobre la mesa se pongan todos los datos posibles.

El Grupo Parlamentario de IU – ICV presentó ayer una serie de preguntas en el Congreso para que el Gobierno aclare las circunstancias de la muerte. Al Ejecutivo se le exigirá explicaciones no sólo del caso concreto, sino también de los supuestos malos tratos por parte de la brigada de Extranjería, la formación de los funcionarios que acompañan a los repatriados o las medidas seguridad durante los traslados. También exigieron explicaciones al Gobierno los grupos parlamentarios de CIU y PNV. Los nacionalistas vascos incluso estudian solicitar la comparecencia del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Rubalcaba afirmó ayer, además, que “se ha abierto una información reservada en el seno de la propia Policía” para esclarecer la situación. El ministro explicó que esta línea de investigación es paralela a la vía judicial.

Por su lado, el Defensor del Pueblo también ha empezado su investigación, como cada vez que una persona fallece cuando se encuentra bajo custodia judicial.